El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió para este miércoles primero de septiembre un alerta amarilla por tormentas para la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Se esperan chaparrones aislados durante la madrugada y tormentas aisladas para la mañana, tarde y noche. Hoy podría comenzar la famosa tormenta de Santa Rosa.
"El área será afectada por lluvias y tormentas de variada intensidad, algunas fuertes, pudiendo estar acompañadas de ráfagas, caída de granizo, intensa actividad eléctrica y abundante caída de agua en cortos períodos", detallaron desde el SMN y le recomendaron a la población mantenerse informada.
Los valores de precipitación acumulada que se esperan varían entre los 40 y 70 mm., aunque pueden ser superados en algunos lugares puntuales. Además, existe la posibilidad de que se registre una caída de granizo.
También rige un alerta amarilla por tormentas para gran parte de La Rioja, el este de La Pampa, el oeste de Mendoza, San Juan y Catamarca, la Zona baja de Río Cuarto, el sur de Santa Fe y en el departamento puntano de Gobernador Dupuy.
Por otro lado, el SMN le recomendó a la población no sacar la basura, retirar objetos que impidan que el agua escurra, no realizar actividades al aire libre, evitar refugiarse debajo de árboles y postes de electricidad, no permanecer en playas, ríos, lagunas o piletas y tener lista una mochila con linterna, radio, documentos y teléfono.
En el último reporte del SMN la humedad se ubica en el 69 por ciento, con viento del este a 7 kilómetros por hora. En tanto, se registra una visibilidad óptima de 10 kilómetros. El amanecer está previsto para las 07:12 y la puesta del sol para las 18:35.
Para el jueves, en tanto, se prevén tormentas aisladas con marcas térmicas que oscilarán entre los 15 y los 18 grados. Para el viernes se anuncia cielo nublado con una temperatura mínima de 13 grados y una máxima de 17.
¿Qué es la tormenta de Santa Rosa?
El Temporal de Santa Rosa o tormenta de Santa Rosa es una expresión que se usa para designar una tormenta que se espera que se desarrolle en algunos sectores del sudoeste de América del Sur en un lapso entre los 5 días anteriores o posteriores al 30 de agosto, fecha correspondiente a la festividad católica de Santa Rosa de Lima, santa patrona de las Américas.
La expresión tiene su origen en una leyenda que atribuyó a los poderes místicos de Isabel Flores de Oliva una fuerte tormenta que impidió que piratas holandeses atacaran la ciudad peruana de Lima, si bien lo que sucedió fue que el capitán holandés falleció súbitamente causando que sus adláteres abandonaran el intento.
Según los meteorólogos, el evento no tiene la regularidad que el imaginario popular le atribuye, e imputan su ocurrencia al choque de las primeras masas de aire cálido que comienzan a incidir sobre los frentes fríos al acercarse la primavera.