En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre los dichos de la precandidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que en una entrevista expuso su postura sobre la legalización de la marihuana con una extraña división sobre en qué zonas de la capital sí está bien fumar cannabis.
"Hay dos realidades muy distintas: Una cosa es fumarte un porro en Palermo y otra cosa es vivir en la villa 21-24 o en la 1-11-14, rodeada de narcos". Esto lo aseguró María Eugenia Vidal.
En Palermo el porrito es un "disfrute", es "copado", pero en la villa no, ahí es droga. El mensaje es fácil: el que tiene cada vez más puede tener y gozar más. El que no tiene casi nada, cada vez tendrá menos.
Todo depende de donde vivas. Los derechos también depende de dónde vivas. Si sos hijo de ingeniero o abogada podrás llegar a la universidad. Si sos el hijo de un obrero, no. Los pobres no llegan a la universidad. Si naciste pobre, te morís pobre.
Si vivís en los grandes de centros de la ciudad podes comprarte un celular nuevo y pensar en tus vacaciones. Los laburantes, no. ¿Te creíste que podías irte a comprar un celular o irte de vacaciones con tu salario de obrero? No.
El pobre no tiene derecho a la vivienda. Y que ni se les ocurra tomar una tierra porque entonces se les caerá con todo el peso de la ley. Los gases lacrimógenos les quitará el aire y les cegara la mirada y las balas de goma teñían de rojo sus espaldas.
Pero al extranjero que viene en nombre de la inversión económica, todo. Se puede apropiar de nuestro lagos y glaciares si quiere. Pueden explotar los minerales a cielo abierto y contaminar lo que quieran.
A un sector de la sociedad le gusta hablar de permitidos y prohibiciones. Todo lo que está permitido, se les está permitido a quienes tienen la tinta y la pluma para escribir las reglas del juego. Lo prohibido es para los jugadores. Las reglas las deben cumplir los jugadores, las que las escriben, no.
¿Cuántos son los jugadores? ¿Cuántos son los que escriben las reglas? La respuesta a esta pregunta es la desigualdad moral, ética, económica y social en la que vivimos.
Siempre van a ser noticia los carpinchos en los countries y nunca serán noticia las plagas con las que se convive en los barrios profundos. En este modelo querer no es poder. En este modelo desear es gratuito, poder no.
La derecha es una estructura cuya centralidad es que millones nunca puedan llegar a nada. La derecha necesita millones de derrotados y de frustrados para que unos pocos exitosos puedan recostarse sobre ellos.
Lo que propone Vidal y Juntos por le Cambio es que si sos pobre tenes que morir pobre. Si sos pobre jamás subirás de un tirón las escaleras de la universidad, ni meterás las patas en la orilla de algún mar. Tus pies sólo pueden mojarse en alguna fuente de una vieja foto que perseguiremos, que perseguimos. Y lo haremos siempre.