El músico Mikis Theodorakis murió este viernes a los 96 años. Destacado compositor, saltó a la fama mundial gracias a la banda sonora de la película Zorba, el griego, y estuvo muy ligado al director griego Costa Gavras.

Theodorakis murió este jueves a los 96 años en su casa de Atenas, la capital de Grecia. Además de su fama por la banda de Zorba, el griego – la película se popularizó entre otras cosas por el recordado baile de Anthony Quinn -, el compositor dejó su sello en películas como Serpico y Z.

A lo largo de su vida, el músico griego forjó un puente entre los ritmos tradicionales de su país y la música clásica.

Nacido en la isla de Quíos en 1925, desde muy chico se interesó por la música y mostró facilidad para ejecutar instrumentos y un gran gusto por los ritmos populares de Grecia.

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La militancia política

En su juventud, además, tuvo una gran militancia política y una activa participación en la resistencia, primero contra el fascismo de Italia y luego a las fuerzas de ocupación nazi, donde ayudó a muchas familias judías a escapar de los campos de concentración, lo que le valió torturas y detenciones.

Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, Mikis Theodorakis se mudó a París, donde se dedicó de lleno a la música. Primero estudió y luego se dedicó a componer sus primeras obras, bandas sonoras y algunas sinfonías que le valieron el respeto y reconocimiento en el ambiente.

A comienzos de la década de 1960 regresó a Grecia, donde se metió de lleno en el mundo del folclore lugar y comenzó a incursionar en fusiones con la música clásica.

Su obra más famosa, Zorba, el griego, fue compuesta en 1963, y rápidamente se convirtió en una de las canciones más emblemáticas de la música griega a nivel mundial.

En Grecia, además, mantuvo su militancia política, aunque en 1967, con el inicio de la dictadura en ese país, se exilió a París y no regresaría a Atenas hasta muchos años después.

Sin embargo, años atrás el músico fue muy cuestionado a raíz de una serie de declaraciones contra los judíos y el acercamiento a la centroderecha griega, lo que provocó que sectores de la izquierda lo consideraran un traidor.