El presidente de Brasil, Michel Temer, fue denunciado por el procurador general del país, Rodrigo Janot, por corrupción pasiva. La denuncia fue presentada ante el Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima instancia judicial del país. Es es la primera vez en la historia de Brasil que un presidente en ejercicio es acusado formalmente por cargos de corrupción. Fernando Collor de Mello fue denunciado en 1992 por corrupción, pero se encontraba apartado de la presidencia a la espera del veredicto del impeachment que se había iniciado en el Senado.
Ahora el ministro del TSF Edison Fachin, quien lleva las causas contra el mandatario, deberá dar 15 días para que la defensa de Temer responda y luego podrá enviar la denuncia a la Cámara de Diputados, donde dos tercios de los legisladores deben aprobar la acusación para que avance. Por ahora el mandatario contaría con los votos para frenar esa acusación, pero sus aliados cada día se van reduciendo. Hoy el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, referente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pidió la renuncia del cuestionado jefe de Estado. Si Temer pierde apoyo y 342 diputados aceptan la denuncia, el máximo tribunal estará habilitado para investigar a Temer, ante lo que el golpista deberá apartado de su cargo por 180 días.
La acusación contra el Presidente surgió de la delación premiada del empresario Joesley Batista, dueño del gigante frigorífico JBS. Batista presentó a la procuraduría una grabación de una charla que mantuvo en marzo con el mandatario en la residencia oficial, en la que Temer avala el pago de coimas para mantener el silencio del detenido ex diputado Eduardo Cunha e indica al legislador Rodrigo Rocha Loures como la persona indicada para manejar los asuntos de JBS. Luego de eso, Rocha Loures fue grabado recibiendo una valija con 500 mil reales de parte de un ejecutivo de la empresa.
"Entre los meses de marzo y abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el Presidente de la República, Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo (...) recibió para sí (...) una ventaja indebida de 500.000 reales" del dueño el gigante cárnico JBS, indica el pedido de acusación difundido por el STF. "Temer y Rodrigo Rocha Loures, además de recibir el dinero, en comunión y unidad de designios, con voluntad libre y consciente, aceptaron también la promesa de ventajas indebidas por 38 millones de reales", señaló también Janot.
A fines de la semana pasada un peritaje de la Policía Federal (PF) concluyó que el audio entregado por Batista es legítimo y no fue alterado. De esa manera desarmó el principal -y único- argumento de la defensa de Temer, que se escudó en cuestionar la cinta. La PF consideró también que Temer cometió el delito de “organización criminal” al estimular “pagos ilícitos” a Cunha, uno de los impulsores del impeachment a Dilma Rousseff, que se encuentra preso en Curitiba por la causa de corrupción Lava Jato. Las conclusiones de la policía hacen referencia a la frase “tiene que mantener eso, ¿vio?” que el mandatario le dijo a Batista cuando el empresario relató el pago de las “mensualidades” a Cunha.
Temer, que accedió al poder tras respaldar el golpe parlamentario contra Rousseff, reiteró en varias oportunidades desde que estalló el escándalo que no piensa renunciar. Sin embargo, su popularidad sigue por el suelo y en el Congreso la oposición busca avanzar con un juicio político que lo aparte del cargo junto a una convocatoria a elecciones directas.