Un video que hizo viral un joven con identidad no binaria y con síndrome de Asperger, Winfried Fallon, relata la golpiza recibida dos días atrás por un grupo de personas en plena calle en la ciudad de La Plata.

Fallon, quien tiene 24 años y sufre síndrome del espectro autista, filmó el momento del ataque con su propio celular y este jueves lo detalló con un descargo.

Además de los reiterados golpes que le dejaron la cara hinchada y llena de moretones, se oye cómo le gritan “puto de mierda”, “naciste hombre, no mujer” y hasta lo amenazan de muerte.

Winfried acompañaba en ese momento a su madre, quien se mudaba de vivienda. Según explicó, la relación entre ella y el propietario ya mantenía altos niveles de tensión, incluía malos tratos verbales y presiones psicológicas.

Aquella mañana, el flete se retrasó por el mal clima y el dueño de la vivienda empezó a amedrentar a ambos, apurándolos a irse de inmediato. Las agresiones fueron verbales en un principio, luego el hombre utilizó un gas pimienta contra el joven y, finalmente, inició una golpiza que reforzó otro grupo de vecinos.

Desde los primeros golpes, Winfried comenzó a grabar un video y Susana, su madre, dijo a Agencia Presentes: “Mi hijo es un autista de alta inteligencia, tiene síndrome de asperger. Es un no binario, no tiene rótulos para su sexualidad. Es un ser libre. Cuando nos íbamos empezaron a agredirnos, a pegarme. Se puso él interponiéndose para que no me golpeen. Comenzaron a agredirlo por su sexualidad, por sus modos”.

“No puede haber una agresión a punto de querer matarlo. Le decían: 'yo te mato'”, agregó su madre.

“Por primera vez siento a conciencia y en carne propia cuando la gente de la comunidad LGBTIQ+ dice que hoy estamos vivos y mañana no sabemos. Yo fui agredido por mi sexualidad, por mi género y por mi discapacidad”, confesó Winfried a Presentes.

La víctima realizó la denuncia en la Comisaría Nº16 de La Plata. Admitió que, por miedo, se presentó con el nombre que aparece en su documento de identidad, con género masculino.

Tras las agresiones, decidió irse a vivir al departamento compartido de un amigo, dejándole el suyo a su madre.

Según registró en 2020 el Observatorio de Crímenes de Odio de la Federación Argentina LGBT, de todos los crímenes de odio, el 43 por ciento fueron lesiones al derecho a la integridad física, es decir violencia física que no terminó en muerte. El otro 57 por ciento atentaron contra el derecho a la vida.