"Hoy regresa Filmoteca a la pantalla de la TV Pública. ¡Alegría sin fin!".
Así se anunciaba el sábado 4 de septiembre pasado en Facebook la vuelta de uno de los programas con más hinchada de la televisión argentina, el ciclo que desde 2006 -primero, junto al coleccionista y director Fabio Manes como compañero, y desde 2016 con el crítico Roger Koza a su lado- lleva adelante el programador, preservador e historiador del cine Fernando Martín Peña.
Tanto en su formato clásico de lunes a viernes como en este nuevo horario redux de sábados y domingos a la medianoche, la propuesta siempre es la misma: acercar, por medio de rarezas, joyas rescatadas y clásicos de distintas partes del mundo, cine de calidad al público de la televisión abierta argentina.
Es que el programa —que en su fin de semana de regreso a la pantalla presentó dos películas sobre "el fin de la civilización"— se convirtió con el paso de los años en un refugio para muchos cinéfilos y cinéfilas que, a veces obligados a trasnochar más de la cuenta, encontraron en el ciclo un plan perfecto para escaparles a la tiranía y la quietud del algoritmo y el on-demand.
Una curaduría de películas acompañada por una buena introducción y una cuota de humor y camaradería a veces cercana al gag de dos conocedores como Peña y Koza son las marcas de agua de Filmoteca, que en 2021 transitará su decimoquinta temporada consecutiva al aire.
¿Cómo es volver después de un parate prolongado? ¿Cómo viviste estos meses de incertidumbre en los que no se sabía si el programa iba a tener espacio en la TV Pública?
Fernando Martín Peña: Fue la interrupción más larga que tuvo el ciclo desde 2006, pero al lado de la gente que perdió el laburo y que tuvo problemas bastante más grandes hay que agradecer que vuelva el programa, y ya. Y, sobre todo, agradecer a la gente que bancó durante todo este tiempo, porque no pararon un momento de pedir por el programa, de preguntar qué pasaba. Filmoteca ya no es más nuestro sino que, evidentemente, es de un montón de gente que lo sigue y que expresa mucho cariño por lo que hacemos.
¿El pase al fin de semana obliga a repensar la programación y la dinámica del programa? ¿Cuál dirías que es el mayor cambio que va a traer el nuevo formato?
Sí, obliga a programar de otra manera. Estábamos acostumbrados a la frecuencia semanal, que te permite armar ciclos de cinco películas y permite mutiplicar las miradas sobre un mismo tema. Acá no está esa posibilidad y hay que pensar de otra manera. Pero de cualquier forma se pueden hacer ciclos breves... dípticos serían, más bien, temáticos... y sobre todo se puede aprovechar la ocasión para pasar cortos. Yo durante todos estos meses estuve haciendo un programa en YouTube que se llama Filmoteca Online, en el que subo un corto por día, de lunes a viernes, y la verdad que el formato corto siempre es desestimado, y es muy difícil encontrar espacios para exhibirlo. Y hay una historia de cortometrajes argentinos y extranjeros fabulosa. Entonces, para mostrar algunos rescates de cortometrajes, sobre todo de material argentino, esta nueva frecuencia es ideal.
En líneas generales, ¿ves hoy un espacio en la televisión argentina para un programa cultural como Filmoteca?
Espacio evidentemente hay porque lo estamos haciendo (risas). Y no sé si la pregunta va por el lado de que la televisión argentina no ofrece un panorama muy feliz, pero nuestra televisión siempre tuvo una tradición cinematográfica muy fuerte, desde sus comienzos siempre pasó películas muy buenas y armó ciclos de cine que han hecho historia, como el ciclo Cineclub, de Salvador Sammaritano, o Función privada, de Carlos Morelli y Rómulo Berruti, o Caloi en su tinta. Y por supuesto, en un plano más popular, los Sábados de Super Acción, que fueron un poco la formación cinéfila de mi generación. Y creo que lo que hacemos en Filmoteca se inscribe ahí, creo que esa tradición hace que sea más concebible un espacio como el nuestro.
Por último, acabás de publicar un libro, Cine maldito (La Tercera editora, 2021). ¿Podés contar un poco de qué va?
Como dice el título, habla sobre cine maldito, y entendiéndolo como aquellas películas que han tenido obstáculos desde su concepción, desde el propio autor, o hasta después, por el público. Hay distintas "maldiciones" que hicieron que esos filmes no llegaran, o llegaran mal, o siguieran siendo, hasta el día de hoy, de muy difícil acceso. Entonces es un compendio de historias de películas con esas características, que son varias. La naturaleza industrial de una parte del cine hace que esos problemas sean más frecuentes de lo que uno cree. Es una compilación de esas historias, y cualquiera seguramente podrá hacer otra lista distinta a la que yo propongo.
Cuándo y dónde ver Filmoteca
- Sábados y domingos a la medianoche por la TV Pública.
Las 2 primeras películas
"Son dos películas que tienen que ver con el fin de los tiempos, de la civiilzación", aclara Peña, sobre lo que se pudo ver en los dos primeros programas, el sábado 4 y domingo 5 de septiembre.
- Un muchacho y su perro (1975), de L. Q. Jones. "Esta la pasamos en la época de Fabio Manes, y la pidieron mucho para que la volviéramos a dar. Su director fue actor de muchas películas de Sam Peckinpah".
- La crónica Hellstrom (1971), de Walon Green. "Película inclasificable, ganó el Oscar a Mejor Documental, pero no es exactamente un documental".