En su editorial, Víctor Hugo repudió la decisión de la Corte Suprema que ayer rechazó por unanimidad denegar un recurso de queja de la defensa de Diego Lagomarsino para que se impidiera al fiscal de la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman, peritar sus dispositivos electrónicos.
A veces me quedo sin consuelo. ¿Por qué es un delincuente alguien que roba un pedazo de pan y no es un delincuente Rosenkrantz presidiendo una Corte Suprema de Justicia que ahora va contra Lagomarsino en una semana electoral ofendiendo la mínima inteligencia de los seres humanos?
Lagomarsino es una víctima de Nisman. Lagomarsino entregó un arma a un superior que se la reclamó de manera insistente. Nisman le pidió el arma a alguien a quien además le sacaba la mitad de su sueldo. Eso era Nisman, un corrupto que además estafó al Estado.
El Estado le dio a Nisman miles de oportunidades y millones de pesos para que investigara lo que había sucedido con la Amia y no lo hizo. Pero a Nisman no le alcanzaba lo que se robaba del estado y por eso se puso a disposición del periodismo dominante y diabólico no lo necesitaba para construir una mentira que nos ha llevado todos estos años. Estos mismos medios son los que terminaron empujando a que gendarmería cumpliera el rol más triste de toda su historia y del que ahora no pueden salir.
Esos mismo medios acusaron a Lagomarsino lo acusaron de participar de una banda que asesinó a Nisman. Lo único que han podido hacer desde los medios ligar infamias para que después la recojan fiscales y jueces que son un oprobio.
Esa banda de personas en prevaricato que son los de la Corte Suprema ahora los que rechazan le pedido de Lagomarsino y sus abogados. Hay que aclarar que no estamos hablando del teléfono de aquellos días sino de un aparato que Lagomarsino se compró un año después de la muerte de Nisman. ¿Qué podía tener de revelador en ese celular? Nada.
¿Por qué no son ellos considerados delincuentes y pueden pavonearse como señores de una corte suprema de justicia, el lugar más alto de los justos? Son tan malos, tan aviesos para todo lo que pensemos de la justicia y de lo que aspiramos de la justicia. Componen una banda de personas en prevaricato. A Lagomarsino destruyeron la vida. Eso es impactante. Ante estas situaciones no hay consuelo.