Fue una figura emblemática del cine argentino de los años 50 y 60, pero si hubiera que recordar a la actriz Elsa Daniel –fallecida en la noche del domingo a los 78 años– por una sola película, habría que dirimir la disyuntiva entre dos: La casa del ángel (1957), clásico de los clásicos de Leopoldo Torre Nilsson, y Este es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo su amor quedó trunco, comenzó la tristeza y algunas pocas cosas mas (1967), otro título legendario, en este caso de Leonardo Favio. Para Torre Nilsson, Elsa Daniel ya había protagonizado antes Graciela (1956), junto a Lautaro Murúa, y haría después otros dos films fundamentales en el período más fructífero del director, siempre con guiones de Beatriz Guido: La caída (1959) y La mano en la trampa (1961), que le valió un premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes. Otros directores de renombre con quienes trabajó Elsa Daniel fueron Mario Soffici (en Isla brava, 1958), Rodolfo Kuhn (Los inconstantes, 1963), Daniel Tinayre (La cigarra no es un bicho, 1963) y Héctor Olivera (Psexoanálisis, 1968). También hizo teatro y televisión y se retiró de la actuación en 1987.