La cotización del dólar marcó ayer un nuevo record de 16,55 pesos, con una suba de 12 centavos respecto del viernes y de 35 centavos en la última semana. Las reservas del Banco Central, en tanto, cayeron 214 millones de dólares, hasta los 45.683 millones. Existen distintos elementos para explicar este avance del tipo de cambio. El primero es que los inversores empiezan a dolarizar sus carteras ante la incertidumbre de las elecciones de medio término, tras obtener importantes ganancias apostando por instrumentos en pesos en los últimos meses. La decisión de la consultora internacional MSCI de no incluir al país en la categoría de mercado emergente fue otro factor de tensión al frenar la llegada de capitales extranjeros. El menor precio de las materias primas es un tercer punto que presiona en la plaza cambiaria debido a que el complejo agroexportador disminuyó la liquidación de la cosecha, en particular la de soja. En el Gobierno reclaman al Central que baje la tasa de interés para intentar recomponer el nivel de actividad del mercado interno antes de las elecciones. La autoridad monetaria decidirá hoy si mantiene o disminuye las tasas, lo que puede agregar nuevas presiones a la suba del dólar.
La tonelada de soja cotizó ayer a 332 dólares, cuando a mediados de enero se ubicaba en 392 dólares, es decir un retroceso de 18 por ciento. En el mercado de futuros Rofex los contratos de soja a julio se operan a 335 dólares. La baja de los precios y las expectativas de un dólar más alto para los próximos meses moderaron las liquidaciones del sector, lo cual ejerce presión para una suba de la divisa. La semana pasada, según los datos de la cámara que agrupa al complejo agroexportador, se liquidaron 308 millones de dólares, un 48 por ciento menos en relación con la semana previa. Si se compara contra la misma semana del año pasado, la baja fue de 3,5 por ciento.
El menor ingreso de divisas del sector agropecuario, que coincide además con el final del segundo trimestre, cuando se concentra la liquidación de la cosecha gruesa, es uno de los motivos que para los operadores del mercado impulsa al dólar, que esta semana alcanzó un nuevo máximo. En la plaza mayorista, la divisa subió 14 centavos y llegó a 16,32. El complejo agropecuario ganó capacidad para presionar en la plaza cambiara gracias a las desregulaciones aplicadas por el Banco Central el año pasado. La entidad, con el argumento de que menores controles fomentan las decisiones de inversión privadas, le quitó a las cerealeras la obligación de informar e ingresar en el corto plazo los dólares de la exportación.
La moderación en el ingreso de dólares especulativos para apostar por la bicicleta financiera y la compra de empresas locales en la bolsa porteña es otro factor que impulsa el precio del dólar. El cambio de tendencia en la llegada de capitales de corto plazo se explicó principalmente por la decisión de la calificadora MSCI de mantener al país en la categoría de mercado fronterizo, lo que impide que grandes fondos de inversión puedan comprar acciones argentinas por problemas regulatorios. En el mercado tenían descontado que el país iba a dar un salto a mercado emergente y la noticia de que la categoría recién se revisará en 2018 provocó un golpe de desconfianza entre los inversores locales y del exterior.
La precaución de los inversores ante posibles inestabilidades por las elecciones legislativas es un tercer punto que explica una mayor demanda de dólares. La apuesta por instrumentos financieros en pesos como las Lebac en los últimos meses arrojó una elevada rentabilidad y en el mercado empieza a ser una estrategia común dolarizar en forma gradual la cartera para realizar estas ganancias. En la licitación de letras de la semana pasada la entidad a cargo de Federico Sturzenegger no consiguió renovar el vencimiento de letras por 122 mil millones de pesos, una masa de dinero que puede incrementar la compra de activos en moneda fuerte. La autoridad monetaria comenzó a jugar con fuego. En el Gobierno presionan al directorio del Central para que acelere la disminución de la tasa de interés de referencia (tasa de pases), que se ubica en 26,25 por ciento y hoy deberá tomarse una decisión sobre su nivel. En la city afirman que el Central está en una encrucijada porque si cede a las presiones políticas bajando la tasa puede acelerar la salida de los inversores de las posiciones en pesos y provocar una mayor tensión en materia cambiaria.