Belgrano, Boedo, Palermo, San Cristóbal, Núñez, Colegiales, Villa Crespo, Almagro, Caballito, San Telmo, Barracas y San Nicolás: todos esos barrios de la Ciudad de Buenos Aires están incluidos dentro del paquete de 16 proyectos inmobiliarios que el Gobierno porteño busca tratar en la Legislatura luego de obtener dictamen para su tratamiento en tiempo récord.
El paquete fue enviado a las comisiones de Planeamiento Urbano y Presupuesto el lunes 13 de septiembre -un día después de las PASO-, presentado en plenario el miércoles 15 y dictaminado el viernes 17, por lo que no llegó a una semana de debate. La fecha tentativa para el tratamiento en el recinto es el jueves 30, aunque la sesión aún no está confirmada.
Además, para llevar adelante dichos proyectos, los convenios firmados con diversos desarrolladores inmobiliarios prevén excepciones al Código Urbanístico y las normativas de edificación que rigen al día de hoy en los doce barrios para permitir cambios de usos, de altura o de capacidad constructiva.
“Esto es un proceso que empezó con la venta de tierras públicas de 500 hectáreas en la era de Macri, después se modificaron los códigos urbanísticos y ahora, pese a todas las modificaciones, vienen con los convenios urbanísticos, que es un acuerdo con un privado que se sienta con el Gobierno porteño y dicen que dónde se pueden construir 10 pisos, se van a poder construir 20, y esto es para toda la Ciduad”, explicó el legislador porteño Matías Barroetaveña en diálogo con Las últimas noticias.
En ese sentido, señaló que el objetivo de las operaciones es valorizar el metro cuadrado en dólares, alentando, así, a la especulación financiera, que a su vez trae aparejado un aumento de los alquileres y una mayor dificultad en el acceso a la vivienda.
Uno de los proyectos más cuestionado por las organizaciones que trabajan en defensa del espacio público está en San Nicolás. Se trata de un convenio con la empresa Nehuente para construir una torre de hasta 72 metros junto al monasterio y la iglesia de Santa Catalina de Siena, Monumento Histórico Nacional comprendido en la manzana delimitada por las calles San Martín, Viamonte, Reconquista y la Avenida Córdoba.
“Es una Iglesia 1746 y van a construir 23 pisos, tapando el sol. Es algo que fue frenado en el 2012 por el Tribunal Superior y ahora están avanzando igual. Los convenios urbanísticos son modificaciones a la carta. Los vecinos van a empezar a ver en sus cuadras cómo le construyen edificios del doble de lo permitido con las consecuencias que eso tiene en los servicios y en el patrimonio histórico”, sostuvo Barroetaveña.