El expresidente de Estados Unidos Donald Trump tenía un asistente apodado el "hombre de la música" con la tarea de tocar melodías para tranquilizar al empresario cuando sufría de ataques de ira por razones insólitas. Un libro de la exsecretaria de prensa de la Casa Blanca reveló este y otros secretos del exmandatario que describe el "aterrador" temperamento del republicano.
Stephanie Grisham, famosa por no dar una sola conferencia de prensa televisada mientras era la vocera principal de Trump, relató su experiencia junto al Trump en "I'll Take Your Questions Now" ("Responderé sus preguntas ahora"), un libro cuyos extractos fueron divulgados hoy en los diarios The New York Times y The Washington Post.
Fue una testigo privilegiada de los tumultuosos años del mandato de Trump y ahora sacará a relucir los datos más extravagantes y delirantes en su obra, que se publica la próxima semana pero el New York Times ya adelantó algunos fragmentos.
Ira por el tamaño de su pene
Según lo citado por el prestigioso diario estadounidense, un blanco frecuente de la ira de Trump era el entonces abogado jefe de la Casa Blanca, Pat Cipollone, porque le advertía al magnate que estaba buscando hacer cosas que "no eran éticas o legales".
A veces, el descontento del expresidente generaba situaciones extrañas, señala Grisham en su libro. Una vez, según cuenta, estaba en el avión presidencial Air Force One y fue llamada para escuchar a Trump defender el tamaño de su pene, tras la comparación poco halagüeña de que parecía un "hongo" que había hecho la actriz de cine porno Stormy Daniels.
Para aplacar al expresidente, un asistente conocido por el personal de la Casa Blanca como "el hombre de la música" le tocaba canciones de Broadway, incluida "Memory", del exitoso musical "Cats".
Mitómano
La Casa Blanca de Trump giraba en torno al enorme ego del jefe, incluso cuando eso significaba mentirle a la gente o generar rumores dañinos. Un ejemplo fue la misteriosa visita de Trump al hospital presidencial en el Centro Médico Walter Reed en 2019.
La negativa de la Casa Blanca a explicar la naturaleza de la visita llevó a especular que se estaba ocultando un grave problema de salud. Grisham dice que el mandatario fue simplemente a hacerse un "procedimiento muy común", insinuando que fue una colonoscopia.
Sin embargo, Trump se negó a someterse a anestesia porque eso supondría ceder el poder por un corto tiempo a su vicepresidente, Mike Pence, y creía que esto sería "mostrar debilidad", según citó el Times.
Rechazo de Trump
Sobre el libro, que fue rechazado enérgicamente por el expresidente y su esposa Melania, la actual vocera de Trump aseguró que "está lleno de falsedades" y calificó a Grisham como una "exempleada descontenta", informó la agencia de noticias AFP.
Un botón para Coca Cola
Apenas asumió la presidencia Joe Biden en enero del 2021, terminó con una extraña costumbre de su antecesor: un pequeño botón rojo que estaba en el escritorio de la Oficina Oval con el que se solicitaba a un mayordomo una Coca-Cola light cada vez que se presionaba.
El periodista Tom Newton Dunn dijo que notó ese pequeño botón en una entrevista a Trump en 2019 y quedó maravillado cuando le mostraron para qué servía. Antes, Demetri Sevastopulo de The Financial Times le consultó al expresidente por este botón en abril del 2017 cuando, en broma, le preguntó si este era el botón nuclear. "No, no, todo el mundo piensa que lo es", respondió Trump, y luego usó el botón para pedir una Coca-Cola Light.