En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre la campaña electoral del Frente de Todos de cara a las elecciones de noviembre y se preguntó si el cambio del gabinete y las medidas anunciadas serán suficientes para revertir el resultado de las PASO:
Mañana arranca nuevamente la campaña electoral de cara al mes de noviembre. Sabemos que es el último tramo de cara a unas elecciones que va a reconfigurar el Congreso y que de eso dependerá la posibilidad de avanzar o no con algunos proyectos de ley. La duda está en cuál será la campaña del Frente de Todos. Claro está que siempre es más fácil hacer campaña desde la oposición que cuando uno tiene además la responsabilidad de gobernar.
Pero más allá de cuáles son las últimas decisiones que ha tomado el Gobierno y cuáles fueron las últimas medidas de gobierno, uno tiene que preguntarse qué más va a proponer y que más va a reconsiderar el Gobierno para transformar el resultado electoral de las PASO.
De las medidas que han aparecido, muchas son importantes, responden a lo urgente, pero no tocan lo estructural. Son políticas necesarios pero que forman parte de un maquillaje que puede ir sorteando coyunturas del presente, pero que no construyen un futuro donde repensar el modelo en que vivimos.
Quiero hacerme muchas preguntas en estos tiempos donde hay que discutir política y la campaña debe ser discusión política. Me pregunto si con el cambio de gabinete alcanza. Me pregunto si alguna de las medidas aisladas que se han tomado cambian la elección.
Quiero preguntarme si en verdad la disputa que debe tener este gobierno tiene que ver con el corto plazo electoral o en realidad lo que hay que empezar es un camino de disputa bastante más grande, que tiene que ver con replantearnos un modelo de país.
Quiero hacer las preguntas antes de que se lance nuevamente la campaña, porque cuando uno ve al flamante ministro de Agricultura, Julián Domínguez, que la primera medida que toma es liberar las exportaciones de carne a China que fue una de las pocas medidas con la que el gobierno nacional había logrado controlar un precio.
Me pregunto por qué el Gobierno sigue creyendo que se avanza retrocediendo. ¿Por qué cree que se avanza sobre las huellas de quienes te empujan al precipicio? Uno siente que otra vez se les habla con el corazón a quienes van a responder con el bolsillo. Ojalá uno se equivoque y que el precio de la carne se mantenga más de quince días.
¿No será que las elecciones dieron el resultado que dieron porque precisamente no se profundizó una política y no por lo contrario?
¿Los votos que se quedaron en su casa y qué eran del Frente de Todos no se quedaron en su casa porque en el 2019 votaron la libertad de Milagro Sala? Milagro Sala sigue presa porque se sostiene la impunidad y el acuerdo político con el carcelero.
¿Los votos no se habrán ido para la izquierda o se quedaron en su casa porque el mango no alcanza? ¿Será porque no se avanzó con la reforma judicial? ¿No será que el voto del 2019 pedía que se haga justicia con aquellos que estafaron al país como Mauricio Macri?
La justicia pertenece a la derecha y además cuenta con la complicidad de los medios. Pero la reforma laboral no avanzó y encima a estos medios se le siguen dando más pauta.
Son todas preguntas porque quizás la clave de las elecciones sea hacer lo que hay que hacer. Si no decimos lo que hay que decir en el momento en que hay que decirlo, después todos hablamos con el diario del lunes.
Lo escuché al presidente ante el resultado electoral de aquel domingo de decir que escuchó a los argentinos. Quiero seguir preguntándome a quiénes, porque somos muchos.