Con violencia, destrucción y un incendio, la Policía de la Ciudad desalojó este jueves el predio "La Containera" de la Villa 31 de Retiro, donde desde hacía tres meses vivían alrededor de 100 familias, la mayoría integradas por mujeres que sufrían violencia de género. En diálogo con AM750, reclamaron el acceso a una vivienda digna y exigieron una respuesta del gobierno porteño.
El desalojo se concretó este jueves a partir de las 6 de la mañana, en el predio que ocupaban alrededor de 100 familias en lo que hasta hace poco tiempo fue un basural. La Policía destruyó e incendió las precarias casillas en las que se refugiaban en el Barrio 31 de Retiro.
El predio tomado, conocido como "La fuerza de las mujeres", se encuentra emplazado en la esquina de La Pampa y Ciervo de Los Andes, donde antiguamente se ubicaba un basural, conocido como "La Containera".
Minutos después de las 8, funcionarios del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, a cargo del ministro Marcelo D'Alessandro, junto efectivos de la Policía de la Ciudad rodearon el predio donde se había asentado las familias.
En el lugar -donde se registraban esta mañana algunos incendios de las últimas casillas y de precarias carpas- camiones de gran porte y excavadoras continuaron durante el jueves con el desalojo, junto a personal del servicio de Buenos Aires Presente (BAP).
Según relataron las vecinas desalojadas, la Policía aprovechó el horario en el cual muchas se iban a trabajar o a llevar a sus hijos a la escuela para provocar los destrozos. El móvil de AM750 estuvo en el lugar de los hechos y dialogó con distintas mujeres desalojadas.
Los duros testimonios
Leonela: "Me fui a trabajar como todos los días y me llaman mis compañeros para contarme lo que estaba pasando. Yo tengo 6 hijos viviendo en el rancho. Vivo acá porque no tengo donde vivir. Esto era una montaña de basura y nosotros limpiamos todos para poder vivir dignamente. No somos delincuentes somos personas que todos los días vamos a trabajar para nuestros hijos. Somos gente humilde. Hay gente detenida".
"A mi los policías me agarraron del brazo, me empujaron, me echaron de la casa porque yo quería agarrar a mi mamá. Ellos me empujaron, yo me lastimé y me ensucie la ropa. Mi mamá estaba llorando, yo quería ir con ella y ellos no me dejaban pasar", agregó un niño que se encontraba en el lugar.
Alicia, que vive desde el inicio en la toma, contó que "a las 6 de la mañana la policía llegó con todo a desalojar", y denunció que no se cumplieron los protocolos. "Ministerio de la Mujer de la Nación no está, no había ninguna psicóloga para contener a las mujeres que estaban ahí. Defensoría de los Niños tardó una hora en presentarse. Del Gobierno de la Ciudad tampoco vino nadie", denunció.
Consultada por AM750, otra mujer reveló que "le pegaron a los chicos" y reclamó al Gobierno porteño que por "tierra para vivir". "Estoy acá con mis seis hijos, me rompieron todo el rancho. Arrastraron a mis hijos. Yo soy una trabajadora", se quejó.
Indignada, agregó: "Mis hijos no pudieron ir al colegio. Yo no tengo casa. Nosotros estamos acá porque lo necesitamos. Nos sacaron a la calle, tengo todas mis cosas tiradas. Me armé mi rancho con distintas herramientas y no me dejan recuperarlas. Ahora estoy en la calle y me dicen que en la calle no puedo estar. Me están amenazando de que van a venir a arrastrarme otra vez".
Más tarde, un hombre contó que autoridades de la Ciudad les ofrecieron ser trasladados a un parador, aunque rechazó la propuesta: "Sabemos que eso es mentira, Asistencia Social siempre te da vueltas. Nadie te quiere alquilar con chicos. Cuando necesitan votos nos buscan a nosotros los pobres, nos pagan 100 pesos por un voto y después se lavan las manos. Nos dan una bolsa de mercadería para que los votemos y luego no aparecen. Esta toma es de mujeres, la mayoría con hijos".
A su turno, otra mujer contó que se levantó a la mañana y la Policía les indicó que debían desalojar el predio. "Mi bebe tiene ocho meses y hace tres estoy acá. La policía nos sacó todo, yo no tenía a quien darle el bebe y me sacaron. Nos sacaron todas las cosas. Ahora no se qué hacer, no se donde me van a llevar. Yo no tengo para pagar el alquiler ni nada. Estamos reclamando una tierra para vivir, una casa para estar. Todo fue muy violento".