La Legislatura porteña le dio este jueves una primera sanción a un paquete de convenios urbanísticos firmados entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y constructoras privadas para levantar once torres en distintos barrios.
La iniciativa recibió 33 votos positivos por parte de legisladores de Vamos Juntos, UCR, GEN y Socialismo; 18 negativos del Frente de Todos, el Frente de Izquierda y Autodeterminación y Libertad, y cinco abstenciones de la Coalición Cívica.
Ahora, para la aprobación final de dichos convenios, se deberá realizar una audiencia pública para que la ciudadanía exprese su opinión sobre el tema.
Además, se deberá llevar a cabo un nuevo debate en el recinto dado que se encuadra en las normas denominadas "de doble lectura".
Los convenios que recibieron sanción este jueves amplían la capacidad constructiva y la altura permitidas actualmente en 16 terrenos porteños.
"La modalidad que están implementando con los convenios urbanísticos es alarmante, buscan aprobar los primeros 16, pero tienen más de 100 proyectos", alertó días atrás Javier Andrade, vicepresidente del bloque del Frente de Todos.
Los convenios urbanísticos son excepciones a las normas de edificación vigentes a través de las cuales el Estado permite a las empresas privadas construir más metros cuadrados de los permitidos.
A cambio de esos permisos, las constructoras ofrecen una contraprestación monetaria al Estado y, en algunas ocasiones, le ceden una parte del terreno que les pertenece y sobre el que van a construir.
"No podemos decir que nos sorprenda, pero preocupa mucho la velocidad con la que están avanzando con los convenios urbanísticos en toda la Ciudad y la enorme irresponsabilidad de dejar en manos del mercado el diseño del modelo urbano", criticó Andrade.