En su editorial, Cynthia García reflexionó sobre los Pandora Papers y sobre la maniobra de sus protagonistas de apelar a que las sociedades offshore "no constituyen un delito en sí mismo". Además, repasó su investigación sobre el lavado de activos de Guillermo Lasso, presidente de Ecuador.
La caja de Pandora se abrió nuevamente en esta nueva filtración del mundo de paraísos fiscales que circula entre nosotros. Argentina ocupa el tercer lugar en la lista de beneficiarios de estructuras offshore, como en los Panamá Papers. Está involucrada esta vez también la familia Macri y su entorno.
Aún duele recordar que la sociedad argentina votó en 2015 sin saber que Mauricio Macri y gran parte de su gabinete estaban involucrados en los Panamá Papers, aunque los periodistas argentinos del consorcio de investigación accedieron la información antes de las elecciones. Sin embargo, no se difundieron hasta después de las elecciones de 2015.
Ahora se abrió una nueva caja de Pandora en el entrecruzamiento de datos. Tres presidentes latinoamericanos están involucrados: Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, Sebastián Piñera, presidente de Chile y Luis Abinader, presidente de República Dominicana. Pero increíblemente, la discusión que cobra centralidad apenas conocidos los datos, vuelve a rondar sobre si es o no ilícito tener una sociedad offshore.
Puedo decirle certeramente que si en general una sociedad offshore termina siendo engranaje de la evasión, a ustedes les alcanza, les basta el dato. Puedo agregar que la Ley 24.069, donde se tipifica el delito de evasión, dice que quien utilice los paraísos fiscales y las empresas offshore para evadir el pago de impuestos comete delito de evasión y quien evade y luego utiliza ese dinero evadido para ponerlo en circulación de cualquier manera, comprar, transferir, etc. comete lavado de activos.
Nada de esto le alcanzó al ex titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, ¿recuerdan? para tuitear raudamente sobre la salida tardía de los Panamá Papers, diciendo que constituir sociedades en paraísos fiscales no es delito en sí mismo. Señores, lo publicó la funcionaria macrista. Es que tenemos que reconocer que hay una construcción que nos interpela, que nos permea sobre la pereza de la voluntad para aceptar que en este mundo injusto, inmensamente desigual, hablar sobre la evasión, el lavado de activos, las empresas offshore es ni más ni menos que revelar cómo se ganan miles de millones con el comercio de armas, drogas y otros negocios ilícitos.
Si, querida comunidad, esos negocios de la corrupción estructural del capitalismo están detrás de la injusticia fiscal, que son los paraísos fiscales. Con estas filtraciones quedan al descubierto también cómo evaden impuestos las clases altas y los multimillonarios de este planeta. ¿Son paraísos para las élites? Claro, no son paraísos para usted, para mí y para la clase trabajadora. En esta nueva filtración, los Pandora Papers se confirma además una investigación que realizamos en 2016 para Página 12, Crónica, América, un programa que salía y conducíamos junto a Víctor Hugo y salía por el mundo streaming por el cerco mediático, ¿se acuerdan? Bueno, y la García, donde revelamos el capítulo ecuatoriano de lo que descubren estos datos las mamuts, las mamushka de lazo titulamos al mundo offshore de desviación patrimonial del actual presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.
En ese año 2016 Lasso era el candidato de la derecha que perdió contra Lenín Moreno. Ecuador, que hoy tiene una población de alrededor de 15 millones de habitantes, sufrió en la década del 90 con el neoliberalismo pleno, el papel de una tragedia ecuatoriana neoliberal que fue el feriado bancario similar nuestro corralito. Bueno, esa tragedia de feriado bancario significó la migración de tres millones de personas. ¿Quién se benefició de ese feriado bancario? El actual presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, el director y presidente del Banco de Guayaquil.
Un banquero, la oligarquía, la élite ecuatoriana y desde ahí su rol a través de los paraísos fiscales, el patrimonio offshore. No sé si le suena la asociación. Ese hombre lazo predador de la sociedad a la que hoy gobierna, negó sistemáticamente nuestra investigación, que siempre fue irrefutable y que hoy queda confirmada por los Pandora Papers. Para terminar, en su libro Panamá Papers de los hermanos Frédéric y Bastian Hobart Mayer, que son los dos periodistas del diario alemán que reciben primigeniamente los Panamá Papers, dicen.
Lo cierto es que la mayoría de los casos, tras una sociedad offshore anónima, alguien oculta algo al fisco, a la ex mujer, al antiguo socio o a la opinión pública para traducirla. Nadie tiene una sociedad offshore, Laura Alonso, querida, para poner una planta productiva de tornillos en el Parque Industrial de San Martín.