El excanciller Felipe Solá rompió por primera vez el silencio tras su salida del Gobierno luego de la derrota oficialista en las PASO, cuestionó la forma en la que se le comunicó su expulsión y dio detalles de su comunicación con el presidente Alberto Fernández durante su gestión como ministro de Relaciones Exteriores. "No lo imaginé", advirtió.
Cuando el domingo de las elecciones primarias los resultados ya daban ventaja a los candidatos de Juntos por el Cambio, Solá fue el primero en advertir desde el búnker del Frente de Todos que habría cambios en el Gabinete. No obstante, pensaba que Cancillería funcionaba "muy bien" y que no sería uno de los elegidos para dejar su cargo y permitir la "oxigenación" de la nómina de ministros.
El 17 de septiembre el mandatario nacional anunció las modificaciones a través de un comunicado de Presidencia y el exgobernador de la provincia de Buenos Aires se enteró de su reemplazo mientras esperaba en un avión en el El Salvador, sin llamado de Fernández de por medio.
"Uno habla con el Presidente cuando lo llaman. No me llamó y no volví a hablar con él", reveló en diálogo con CNN en español y aseguró que "como canciller" también le "costaba" hablar con el jefe de Estado. Consultado sobre si se sintió “defraudado o herido” por el modo y en plena misión diplomática, el exfuncionario apuntó: “Sí. La forma en la que recibí la noticia no me pareció la apropiada y se lo hice saber al Presidente”.
Luego contó que fue el exjefe de Gabinete Santiago Cafiero quien le comunicó la noticia vía WhatsApp. "Le pedí que no lo anunciaran así no quedaba desapoderado en México, pero la necesidad de anunciar el gabinete era muy grande, y me contestó que los tiempos eran distintos y que lamentaba mucho que así fuera”, relató.
En otro sentido, Solá consideró que es posible que al oficialismo "le vaya bien" en las elecciones generales del 14 de noviembre y aseguró que la vicepresidenta Cristina Kirchner es una de las personas con las que se "tomaría un café" y que ratificó que recibió "señales indirectas de apoyo de su parte".
La carta de la expresidenta en medio del conflicto interno en el Gobierno lo "conmocionó". Para el excanciller, de esa manera "se solucionó un conflicto político con el nuevo gabinete" y agregó: "Vamos a elecciones, la unidad de sentido de saber qué objetivos queremos hace que todas estas cuestiones sean menores”.
Relaciones exteriores con la región
Por otro lado, describió que a la relación de Argentina con países de la región como “relativamente buena" pese a no haber "embajadores" sino "encargado de negocios". "Varias veces Argentina fue invitada a mediar entre la oposición y el gobierno de (Nicolás) Maduro, y creo que el Presidente fue prudente, pero Noruega siguió y consiguió que estén sentados en México Gobierno y oposición”, opinó.
El rol del nuevo canciller
Para Solá, Cafiero es "inexperto" en la "política" y en lo "diplomático" para el rol de ministro de Relaciones Exteriores, pero analizó que "lo que tenga de inexperiencia lo puede solucionar con su cercanía con el Presidente, eso es muy importante."
Y añadió: "En política exterior se toman decisiones que impactan a todos los argentinos y hay que ser coherentes con lo que piensa el Presidente. Ahí Cafiero tiene una ventaja".