El novelista tanzano Abdulrazak Gurnah fue distinguido este jueves con el Nobel de Literatura. El jurado destacó su mirada "intransigente y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes".
Gurnah nació en la isla de Zanzíbar, en Tanzania, pero vive en Inglaterra desde 1960, a donde llegó como refugiado. A lo largo de su carrera publicó diez novelas y varios cuentos en los que aborda la temática de los refugiados.
El Comité del Nobel justificó el premio al destacar que las novelas de Gurnah "se alejan de los estereotipos y muestran un África culturalmente diversificado y desconocido para muchos".
Asimismo, en un comunicado emitido por la Academia, señalan que el autor "rompe conscientemente con las convenciones, cambiando la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígenas".
El novelista comenzó a escribir a los 21 años, en el exilio inglés. Si bien su escritura fue desarrollada en el exilio, mantiene una fuerte relación con la tierra que dejó atrás. Es el primer autor africano negro en ganar el premio desde Wole Soyinka en 1986.
Gurnah estudió en la Universidad Bayero Kano en Nigeria, pero luego se trasladó a la Universidad de Kent, donde se doctoró en 1982. En esa casa de altos estudios británica ejerce como profesor y director de los estudios de grado en el departamento de inglés. Sus investigaciones académicas se centran en el post-colonialismo y en el colonialismo especialmente relacionado con África, el Caribe e India.
El autor tanzano se impuso ante otros escritores que aparecían como candidatos a ganar el premio, como la francesa Annie Ernaux, el keniano Ngũgĩ wa Thiong’o, el japonés Haruki Murakami, el surcoreano Ko Un, la guadalupeña Maryse Condé o la china Can Xue. También a los eternos favoritos Don Delillo, Salman Rushdie, Adonis, Jon Fosse, Mircea Cărtărescu, Hilary Mantel y Margaret Atwood.