En el marco del Día de la Salud Mental, UNICEF advirtió que los efectos de la pandemia de coronavirus en la salud mental y el bienestar de niños, niñas y adolescentes podrían prolongarse por años. Reveló que 1 de cada 5 jóvenes de entre 15 y 24 años dijo sentirse deprimido o con poco interés en realizar algún tipo de actividad. Además, al menos 1 de cada 7 niños se vio directamente afectado por los confinamientos, mientras que más de 1.600 millones de niños sufrieron alguna pérdida en su educación.
Así se desprende del informe titulado: Estado Mundial de la Infancia 2021, En mi mente: promover, proteger y cuidar la salud mental de la infancia. Allí se presentan los resultados de una encuesta internacional realizada con Gallup entre niños y adultos de 21 países.
"La alteración de las rutinas, la educación y el ocio, así como la preocupación de las familias por los ingresos y la salud, hacen que muchos jóvenes sientan miedo, rabia y preocupación por su futuro", expresa el informe.
En Argentina
Los datos de UNICEF Argentina en mayo de este año, dieron cuenta que el 33% de las y los adolescentes manifestó sentirse angustiado y el 25% dijo estar asustado frente a la incertidumbre que genera el contexto de pandemia.
"Las y los adolescentes se vieron mayormente afectados emocionalmente, especialmente ligado a la pérdida de proyectos, la disminución de sus posibilidades de participación y la construcción de vínculos sociales", dice el informe. Además, "el 72% sintió la necesidad de pedir algún tipo de apoyo en relación a su bienestar emocional".
Proteger y prevenir
El informe señala que la salud mental de los niños se conforma por una "combinación de aspectos genéticos, experiencias personales y factores ambientales", entre los que destaca la calidad de la crianza, la exposición a la violencia, la escolarización, las oportunidades de participación, la discriminación, la pobreza, las crisis humanitarias y las emergencias sanitarias, como el COVID-19.
Y si bien los "factores de protección", como denomina a la presencia de cuidadores afectuosos, entornos escolares seguros y relaciones positivas con las y los pares, pueden reducir el riesgo de padecer trastornos en salud mental, el informe advierte que hay importantes obstáculos, "como la estigmatización y la falta de financiación de servicios adecuados, que impiden a demasiados niños y niñas gozar de una salud mental positiva o acceder al apoyo que necesitan".
Por eso, el Estado Mundial de la Infancia 2021 "pide a los gobiernos y a los asociados de los sectores público y privado que se comprometan" con el tema, con más inversión en programas de prevención, promoción y cuidado de la salud mental, y un trabajo intersectorial más integrado, que contenga a todos los factores de protección, desde madres, padres, cuidadores, hasta escuelas y sectores de salud.