En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre las reacciones de algunos dirigentes de Juntos por el Cambio ante el anuncio de Axel Kicillof al respecto de los viajes de egresados para estudiantes bonaerenses.
La decisión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de subsidiar con 30 mil pesos a jóvenes para que puedan tener su viaje de egresados generó mucha repercusión de parte de la oposición.
Diego Santilli lo mezcló un poco y dijo que el kirchnerismo hace todo lo posible para ganar. "Parece un bombardero b52 tirando heladera, lavarropas a quienes quieran", dijo Santilli en el contexto de esta medida. Por su parte, Rogelio Frigerio dijo que el kirchnerismo pretende tratar de estúpidos y de idiotas a los jóvenes regalándoles el viaje de egresados.
Quiero detenerme en lo que significan estos dichos y lo que demuestra la reacción de la oposición. Les jode que los sectores mas vulnerables tengan oportunidades. Les jode que el que nunca pudo, alguna vez pueda. Les jode que el otro disfrute.
La sociedad neoliberal de Juntos por el Cambio es la sociedad de lo imposible para las grandes mayorías. Pero al mismo tiempo es la sociedad de la promesa permanente. Cuando escuchas sus discursos cada uno de nosotros puede tenerlo todo. Todo es posible cuando las escuchas. Es el "Si se puede" que tuvieron como slogan. Pero cuando gobiernan todo se convierte en el mundo de lo imposible.
La imposibilidad permanente es el motor de una sociedad que debe correr tras una zanahoria que nunca va alcanzar. Ese es el modelo de la derecha gobernando. Ese es el modelo de Juntos por el Cambio. La sociedad de lo imposible.
El modelo de la derecha no es otra cosa que esa imposibilidad permanente de la felicidad. Sus conceptos de felicidad son chiquitos, porque para ellos la felicidad es el éxito para unos pocos. En cambio, el concepto de felicidad para el campo nacional y popular tiene que ver con las victorias colectivas. El éxito es siempre individual. Las victorias son populares y son colectivas.
El de Juntos por el Cambio es un modelo pensado para muy pocos. Ahora, el problema es que muchos de aquellos que nunca tienen oportunidades votan a los que se la quitan. ¿Por qué sucede esto? Porque entre otras cosas, hay un disfraz comunicacional que ejercita la derecha que es que disfraza la posibilidad con el parecer.
Esto sería algo así: "Si te pareces a nosotros, si repetís nuestros discursos, si votas lo que te decimos que votes y si odias a quien te decimos que odies, vos vas a tener más posibilidades". Disfrazan entonces el parecerse al mundo de la posibilidad y no tiene nada que ver. En cuanto los votás a ellos te recorta la posibilidad y la oportunidad.
A la derecha les jode que los más humildes tengan oportunidades y derechos. Para eso se persigue y estigmatiza a la izquierda y al progresismos. Si la derecha no quiere que tengamos derechos y oportunidades, si los aliados políticos no se animan a dar la disputa que tienen que dar, y si los pares que los confrontan son perseguidos, entonces terminamos en un nudo que terminan sosteniendo al modelo.
Si no desatamos ese nudo no hay posibilidad de futuro. Sin igualdad de oportunidades no hay posibilidad de futuro. Le jode que las mayorías tengan dignidad. En el fondo la discusión es esa. Para recuperar la dignidad hay que enfrentarse con el que las roba y salir de la lógica de que el ser indigno es un valor político.