Esta semana Netflix anunció que la serie coreana se convirtió en la más vista de todos los tiempos. Ahora se convertirá en una competición real en los Emiratos Árabes. ¿Qué se sabe de El Juego del Calamar en la vida real?
“Squid Game (por su nombre en inglés) ha alcanzado oficialmente los 111 millones de fanáticos, ¡lo que lo convierte en el lanzamiento de nuestra serie más grande de todos los tiempos!”, celebraron desde la cuenta de Twitter de la plataforma.
El Juego del Calamar, real
A raíz de este éxito, en Abu Dabi (Emiratos Árabes), más precisamente en el Centro Cultural de Corea (KCC), se realizarán casi todos los juegos de la serie. Más de 350 personas competirán en esta fuerte experiencia, aunque obviamente sin ningún nivel de violencia. Según indicaron, se han seleccionado grupos de 388 personas y participarán en grupos de 15.
“Luz roja, luz verde” será el primer desafío, y luego podrán avanzar a distintas instancias en la competencia. La mítica muñeca que se convirtió en meme a los pocos días del debut, será infaltable. Los jugadores deben recorrer una distancia específica, pero sólo podrán avanzar cuando se grite “luz verde”.
Los otros juegos serán los origamis azul y rojo que se ven en la serie para reclutar jugadores, las galletas de azúcar con formas, las canicas y el desafío coreano más popular; y el infaltable desafío final: el juego del calamar.
“Los juegos parecían un poco brutales en la serie para maximizar el elemento dramático. Sin embargo, en realidad todos los juegos de la serie existen y son jugados por niños coreanos desde siempre”, manifestó el director del evento, Nam Chan-woo.
Lamentablemente, el premio no será tan jugoso como el que se ofrece en la serie: los participantes únicamente ganarán los icónicos trajes verdes que se utilizan en la serie.
Una historia (no tan) original
El Juego del Calamar relata la historia de un grupo de personas que, por diversas circunstancias, están endeudados y en bancarrota. Una misteriosa organización les propone participar de un evento en el que deberán sortear diferentes desafíos, los cuales son juegos de niños.
El premio es abultado y se va acumulando mientras se eliminan a los participantes, sin embargo ninguno de ellos se da cuenta el precio que tienen que pagar por perder alguno de los desafíos: su propia vida.
La serie es deudora de varias películas e historias como Battle Royale (2000) o, incluso, Los Juegos del Hambre (The Hunger Games), ya que en un guion relativamente simple se esconde una crítica mordaz de la lucha de clases, la ética y moral del ser humano y las elites del poder económico mundial.