De acuerdo a un relevamiento realizado por la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), entre 2015 y 2020 hubo en la Ciudad de Buenos Aires seis homicidios dolosos de personas trans o travestis, que fueron calificado por UFEM como transfemicidios/travesticidios.
En el trabajo se determinó que en 2015 y en 2020 se registraron dos casos en cada año mientras que en 2017 y 2019 hubo uno en cada uno. La UFEM puntualizó, con respecto a las víctimas, que la edad promedio que tenían al momento de ser asesinadas fue de 38 años, por debajo de lo registrado para el total de víctimas de femicidio, que fue de 41 años.
Otro de los datos resaltados es que el 66 por ciento de las víctimas eran de nacionalidad extranjera: tres personas de nacionalidad peruana y una ecuatoriana. Las otras dos eran de nacionalidad argentina.
El relevamiento se dio a conocer en el marco del sexto aniversario del travesticidio de la activista Diana Sacayán, ocurrido en octubre de 2015. La causa está actualmente en la Corte Suprema de Justicia por un recurso de queja presentado por el Ministerio Público Fiscal, tras la decisión de la Cámara de Casación de excluir la agravante por el odio a la identidad de género que había sido plasmada por el tribunal de juicio.
Al hacer foco sobre los victimarios, en los seis hechos habrían participado, por lo menos, ocho autores en forma directa: cinco varones que fueron individualizados y tres desconocidos. Los autores serían más jóvenes que las víctimas: el promedio de edad es de 23 años. Como conducta posterior al hecho, todos se fugaron de la escena, algo que distingue a los travesticidios/transfemicidios del resto de los femicidios en donde aparecen otras conductas.
Cinco de las mujeres trans asesinadas ejercían la prostitución y tres mantenían un consumo problemático de sustancias.
En la actualidad, dos hechos aún se encuentran con autor no identificado. Con respecto a los otros casos, dos presuntos autores de un mismo hecho se encuentran prófugos y otros cuatro están detenidos (tres varones por autoría directa y un varón por partícipe necesario). Si se analizan los vínculos, dos agresores mantenían con la víctima una relación de pareja o sexo-afectiva. El resto eran conocidos recientes, vecinos o personas sobre los que no fue posible establecer una vinculación.
Los crímenes ocurrieron durante fines de semana y cinco de ellos fueron cometidos un domingo. Esta concentración temporal también distingue a los travesticidios/transfemicidios del resto de los femicidios.
Cabe resaltar que cinco se produjeron dentro de la vivienda de la víctima y solo uno se produjo en la vía pública. En la mitad de los casos relevados transcurrieron más de dos días entre el crimen y el hallazgo del cuerpo.