En su reflexión de La García, la periodista de AM750 Cynthia García homenajeó a las Abuelas de Plaza de Mayo, que este viernes cumplieron 44 años de lucha sostenida en reclamo por la recuperación de la identidad de los 500 nietos y nietas apropiados durante la dictadura cívico-militar. "A los nietos y nietas los buscamos y las buscamos todos y todas junto a las Abuelas", remarcó García.
El editorial de Cynthia García
La identidad es como tu casa. Son los cimientos, las paredes y el techo que te definen frente a la otredad. Tu identidad sos vos, lo que conocés o cree saber de vos mismo. Tu historia hecha de posibilidades, oportunidades, familia, núcleo. La infancia para siempre. La familia extendida, los vínculos, el crecer.
Este ahora que te encuentra de cara a la mañana que avanza. ¿Y si no supieras quién sos? ¿Y si tuvieras dudas sobre tu identidad?
Ciento treinta nietos y nietas recuperados y recuperadas pueden dar cuenta de ese proceso de ruptura y reconstrucción. Puede sonar difícil y duro el planteo de pérdida de identidad. Son situaciones traumáticas que nacieron durante el terror.
Terror es no saber de dónde viene, de dónde viene el miedo.
Terror es no saber de dónde viene el miedo, dice uno de los murales visuales en el Museo de la ExESMA. No saber quién se robó se apropió sistemáticamente de 500 bebés durante la dictadura cívico militar eclesiástica.
¿A dónde están esos hijos? ¿A dónde están esos nietos? Un 22 de octubre de 1977, acá en la ciudad de Buenos Aires, 12 mujeres que venían buscando a sus hijas e hijos secuestrados decidieron organizarse para dar también con el paradero de sus nietos y nietas. Así comenzó la lucha de Abuelas para recuperar a los nietos y nietas y devolverles el derecho a la identidad.
En su libro Botín de guerra, Julio Nosiglia, sobre la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo por la restitución de sus nietos, afirma “la institucionalización de esa práctica, más allá de su inhumana crueldad, significó en los hechos una real vuelta a la esclavitud que en la Argentina fue abolida por la Asamblea del año XIII”.
En aquellos años el amo era el dueño del esclavo y de sus frutos y disponía de la vida y de la muerte de los mismos. Con el apoderamiento por la fuerza de los chicos y madres embarazadas, con el reparto de los nacidos en cautiverio, se borró de un sablazo más de 150 años de dignidad humana, porque al sustraer a esas criaturas su historia personal, su pasado y su familia, no se los convirtió en otra cosa que en esclavos.
La negación de la identidad es la negación de la historia, una historia muy particular, una historia política, porque es la negación de la ideología de los padres y también de una actitud de los padres hacia los hijos.
Se les dice que fueron abandonados cuando en realidad no es así, porque eso es lo que ocurría. Se les decía que ellos habían sido abandonados.
En determinados casos la contradicción se agudiza, el máximo nivel de perversión. La persona que se apropió a los chicos, a las chicas, es la misma que mató a sus padres o sabe quién lo hizo o colaboró de alguna manera con el crimen.
La devastación acá es un pasado activo. La devastación acá es un pasado activo. El profesor universitario y ensayista Alejandro Kaufmann lo llama “implicación”. El estado de implicación es un estado que tiene que ver con la con que la devastación sigue vigente como problema. Tiene que ver con que la devastación sigue vigente como problema.
Una vez en un congreso, sigue Kaufmann, alguien de otro país latinoamericano decía que todo esto pertenecía al pasado, como si estuviéramos insistiendo en algo recurrente que ya pasó.
¿Se acuerdan del periodista que decía "déjenme de romper las pelotas con la dictadura"? Bueno, Kaufman retoma y dice que cada vez que aparece un nuevo nieto, todo el país tiembla frente al relato en el que irá alguien y ahora es otra persona. Y todavía faltan 400. Pocas situaciones son tan dramáticas como esa.
Estamos esperando que aparezcan 400 personas para que nos cuenten su historia y para que nos cuenten cómo descubrieron que no eran quienes creían ser quienes buscamos a los nietos.
Mora, Iramaín García, la gran niña actriz de la película La casa de los conejos, que entrevistamos ayer, que tiene 12 años, que es nieta de desaparecidos, nos decía que ella busca a Clara Anahí Mariani Teruggi, nieta apropiada de Chicha Mariani, abuela fundadora de Abuelas Plaza de Mayo.
¿Recuerdan la alegría cuando encontramos a Guido Ignacio Montoya Carlotto? En realidad el nieto de Estela, cada nieto o nieta recuperado, recuperada, es una victoria sobre el terror, un haber detectado de dónde venía el miedo y un triunfar sobre la producción de la muerte que fue la dictadura.
Vos podés ser uno de los nietos que estamos buscando. Si naciste entre 1975 y 1980 y tenés dudas sobre tu origen, consulta en Abuelas. Porque a los nietos y nietas los buscamos y las buscamos todos y todas junto a las Abuelas.