La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) inició este lunes las ejecuciones fiscales a 88 contribuyentes que no pagaron el Aporte Solidario y Extraordinario. El monto total de la deuda asciende a 1.200 millones de pesos.
El ente nacional se encuentra en el estadío legal establecido en la norma, que dispone la ejecución fiscal en cada juzgado del país según los domicilios de los deudores.
De acuerdo con números oficiales, a mayo último se habían fiscalizado a 2.500 personas con patrimonios superiores a los 200 millones de pesos que omitieron completar las declaraciones juradas e ingresar los pagos correspondientes de este impuesto.
El tributo alcanza a unas 13.000 personas, que deben abonar por única vez un monto determinado para recaudar fondos que, según indicó el Gobierno, se destinarán a sectores afectados por la pandemia.
Si bien la AFIP mantiene suspendidas las ejecuciones fiscales y la traba de embargos por la pandemia, habilitó en mayo la posibilidad de utilizar esas herramientas sobre los contribuyentes alcanzados por el Aporte Solidario y Extraordinario que no cumplieron con sus obligaciones.
Hasta el momento, el Fisco logró recaudar unos $240.000 por ese gravamen, cuya instrumentación provocó cerca de 200 recursos de amparo por parte de personas que se negaban a pagar: la gran mayoría de esos reclamos fueron rechazados.
La Ley 27.605. contempla el cobro de 2% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado hasta la fecha de la promulgación de esa normativa, más de $200 millones.
La tasa se eleva al 2,25% para quienes poseen un patrimonio de entre $300 millones y $400 millones; al 2,50% entre $400 millones y $600 millones y al 2,75% de $600 a $800 millones.