El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, minimizó las manifestaciones vecinales en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires en contra de la construcción de torres en zonas de casas bajas.
A través de distintas vías, vecinos y agrupaciones exigieron en los últimos días la participación ciudadana sobre las dependencias del Gobierno de la Ciudad y expresaron su oposición a los convenios urbanísticos firmados entre la administración del gobierno porteño con distintos desarrolladores urbanísticos para levantar 11 nuevas torres en diferentes barrios, proyecto que cuenta con una primera sanción legislativa.
El colectivo reclamó mediante movilizaciones hacia la Legislatura y además elevó un petitorio a las autoridades para evitar las modificaciones que intentan realizar al Código Urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires.
En respuesta a los vecinos, Horacio Rodríguez Larreta admitió este miércoles que "obviamente, ante cada cosa que se demuela, va a haber alguien que no está de acuerdo", a la vez que señaló: "en una ciudad de tres millones de habitantes, va a haber casos particulares en lo que alguien no esté de acuerdo con lo que pasa al lado. Son temas de convivencia que pasan todo el tiempo" aseguró el funcionario.
El jefe de Gobierno dijo que "la Ciudad protege mucho. Toda edificación anterior al 1945 o 1950 requiere de un permiso especial para que se pueda demoler".
El caso Villa Ortúzar
En declaraciones radiales, Horacio Rodríguez Larreta aclaró que su "responsabilidad es tratar de tomar decisiones que son lo mejor para la mayoría, cuidando los derechos de las minorías" y, en ese marco, defendió el proyecto que habilita la construcción de un edificio en la plaza Malaver de Villa Ortúzar.
"No es una torre, es un edificio de siete pisos en un lote que está separado de la plaza. Nosotros cambiamos el Código Urbanístico hace dos años después de 40 o 50 años, justamente para que no haya torres donde no las hay", sostuvo.
El emprendimiento en cuestión prevé la construcción en altura en una parcela de la Plaza Malaver, la cual tiene la particularidad de contar con viviendas en sus cuatro esquinas, algunas de las que pertenecen a propietarios privados y otras al Estado.
Al respecto, los vecinos de la zona iniciaron una campaña en defensa del espacio verde y reclamaron un canal de diálogo con Rodríguez Larreta por el conflicto.
Allí también hay un proyecto inmobiliario para levantar un edificio de ocho pisos, con local gastronómico en la planta baja, dentro de una plaza, lo que motivó a los vecinos a conformar el colectivo "Somos la Malaver" en referencia al nombre que lleva el espacio verde.