El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín condenó este jueves a prisión perpetua a tres de los ocho acusados por el crimen de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada debajo de escombros de una casa situada en la localidad bonaerense de José León Suárez.
En los alegatos, tanto la fiscal Mariana Piwarczuk como el abogado representante del particular damnificado, Diego Szpigiel, solicitaron la pena de prisión perpetua solo para tres de los acusados: Carlos Casalz, Hugo Cabañas y Marcelo Escobedo.
Casalz era el dueño del corralón donde apareció el cuerpo de Araceli y era la única persona que tenía la llave que permitía dar acceso al lugar. Por su parte, Cabañas fue registrado por cámaras de seguridad dirigiéndose al corralón a las 7 de la mañana. Por último, se probó que Escobedo utilizó su coche para ocultar el cuerpo de Araceli, según detalló el abogado de la familia Fulles.
En tanto, se desistió de la acusación contra Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos, “ya que no había elementos probatorios para considerar que se dirigieron hacia el corralón donde tuvo lugar el crimen”. Por este motivo, quedaron absueltos.
Darío Baradacco, otro de los sospechosos, había sido detenido por el crimen pero murió el 13 de abril de 2019 tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por sus dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
Araceli fue hallada muerta el 27 de abril de 2017, en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, partido de San Martín. La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril, en una plaza cercana a su casa. "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa", le escribió a su madre en un mensaje que le envió esa mañana.