La obra de Hugo Mujica articula una de las experiencias poéticas más radicales de nuestro tiempo. Este viernes en Rosario será posible escuchar su voz. Pasado mañana a las 20, en la sala Foyer del Teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), se presenta en Rosario un nuevo libro del poeta: Al alba los pájaros (Antología poética 1983‑2016), sobre el que viene a hablar el autor en conversación con Rubén Orsini.
Publicada por la editorial El Hilo de Ariadna, la recopilación reúne poemas de sus doce libros, desde Brasa blanca (1983, Sitio del Silencio, Argentina) hasta Barro desnudo (2016, Visor, España) y se suma a las antologías de su obra editadas en toda América latina. Su poesía se tradujo a varios idiomas, entre ellos el maya, el griego y el hebreo modernos. También es autor de trece libros de ensayos donde aborda obras filosóficas y poéticas afines a la suya. Ha escrito textos para obras musicales, y en 1993 Pedro Aznar compuso "Paraíso vacío. 6 Paisajes musicales sobre poemas de Hugo Mujica".
Nacido en Avellaneda en 1942, viajó a Estados Unidos "con 19 años, sin plata, sin nada, y ahí me di yo mi nacimiento, que implicó conquistar un idioma; y finalmente entré en la vida monástica y era otro idioma, que fue el silencio. En el silencio nací a la poesía", contó en una entrevista reciente. De la vida artística bohemia del Greenwich Village de comienzos de los años '60, pasó a sostener por tres años un voto de silencio. Recién después empezó a escribir. También estudió Filosofía, Antropología filosófica y Teología.
"Hay una fe que es absoluta: una fe sin esperanza", escribe en el dístico final de su poema Alba, de su libro Para albergar una ausencia (1995). Es una afirmación paradójicamente negativa con ecos del existencialismo del Tratado de la desesperación de Sören Kierkegaard. Su intensa historia de vida no debe hacer olvidar la intensidad de una obra que dialoga con aquellas que, como la suya, hacen de la palabra el litoral de la experiencia de lo inefable.