En su clásica payada en Una Nueva Aventura, el payador perecedero, don Hugo Paredero recitó unas estrofas de su Payadita Desolada.
El Payador Perecedero se sintió "desolado, por dentro y fuera, como si esta primavera nos hubiera arrebatado un tesoro muy preciado y de muy mala manera". Dicho tesoro lo llamó "Dignidad".