Tras una maratónica sesión que se extendió casi 24 horas, la Cámara de Diputados de Chile aprobó este martes el inicio de un juicio político de destitución al presidente Sebastián Piñera luego de que la investigación periodística de los Pandora Papers revelara un posible conflicto de intereses en la venta de una mina por parte de su familia.
La moción recibió exactamente los 78 votos que necesita para ser aprobada y ahora pasa al Senado para el inicio del juicio político, aunque se considera muy poco probable que éste prospere porque la oposición no tiene los apoyos necesarios.
En total, la acusación contra el presidente chileno obtuvo 78 votos a favor, 67 en contra y tres abstenciones. Ahora el Senado debe decidir si da luz verde o no al juicio político.
Chile: la novela del discurso de 15 horas sin pausas
La discusión empezó a las 10:30 de la mañana del lunes con la intervención del diputado del opositor Partido Socialista, Jaime Naranjo, quien preparó un largo discurso de 1.300 páginas que incluyó la acusación contra Piñera.
Naranjo habló sin parar durante 15 horas, con la excepción de dos pausas de 15 minutos, con el propósito expreso de retrasar la votación y permitir que dos diputados de la oposición, Jorge Sabag y Giorgio Jackson, puedan llegar a participar en la sesión.
Si bien la oposición tiene la mayoría de representantes en la Cámara Baja, 83 diputados no estaban garantizados los 78 votos necesarios para aprobar el proceso contra el presidente, por lo cual fue necesario prolongar la sesión.
Jackson estaba en cuarentena por haber estado en contacto estrecho con Gabriel Boric, actual candidato presidencial, quién contrajo COVID-19, y que concluía a las 12 de la noche, mientras que Sabag también estaba a la espera de un resultado de un examen PCR. Ambos ingresaron al Congreso durante la madrugada.
"Hablaré todo el tiempo que sea necesario hasta que Giorgio Jackson esté en la sala de la Cámara de Diputados", había anunciado Naranjo en su cuenta de Twitter, quien tomó agua, comió chocolate y fue revisado por un médico en medio de su prolongada alocución.
La acusación
La moción para destituir al Presidente fue impulsada por la oposición, tras conocerse que la venta de la empresa minera Dominga, por 152 millones de dólares, se realizó en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas, a través de una empresa de los hijos de Piñera.
La transacción se concretó en 2010, nueve meses después de llegar al poder por primera vez.
El gobernante asegura que se desvinculó de sus negocios a través de fideicomisos ciegos en 2009 y que lo revelado en los papeles de Pandora ya fue investigado y sobreseído en 2017.
Además, dijo que como presidente jamás dejó de privilegiar el bien común sobre cualquier otro interés e incluso que ser presidente le ha significado perjuicios en lo personal y no beneficios.