En su columna, Fernando Borroni criticó la convocatoria del gobierno que anunció que después de las elecciones convocará a la oposición a un "gran acuerdo nacional"
La columna de Fernando Borroni
A partir de próximo lunes 15 de noviembre, con el resultado electoral en la mano, la realidad política argentina se va a reconfigurar.
La sensación que tengo es que a esta altura cualquiera sea el resultado electoral el Gobierno debe cambiar en pos de ese país que se soñaba cuando se eligió la fórmula Fernández-Fernández.
La convocatoria del Gobierno al gran Acuerdo Nacional es una clara muestra de debilidad política y es, de alguna forma, un acuerdo de la política que queda lejos de las necesidades del pueblo argentino.
Me animo a decir que este acuerdo nacional con un resultado electoral que puede ser adverso, se reconfigura como un golpe muy duro a la intención de aquellos que han votado al frente de todos hace dos años.
Para qué sería el acuerdo, con qué objetivos. Hablemos del Fondo Monetario Internacional. ¿A quién le van a pedir acordar? ¿A quienes le pidieron plata al Fondo para dársela a los bancos y fugársela?
¿Con quiénes quieren acordar?
Entre los estafadores y los estafados no puede haber acuerdo.
¿Con quién vamos a acordar La reforma judicial, con este sector de la política que tiene como base Comodoro Py? ¿Con los responsable del lawfare y de las cárceles injustas a Milagro Sala y Amado Boudou?
No se puede conformar a todos, mucho menos en la política y cuando uno gobierna.
No se vota a un gobierno para que conforme a todos.
Se vota a un gobierno para que represente a esa porción que lo votó con sus intereses y sus disputas. Un Gobierno que conforme a todos es la antipolítica.
No hay acuerdo posible entre quienes quieren un país para pocos y que los muchos esperen que estos pocos algo derramen. Esos pocos no están decididos a cambiar ni a transformar nada de su realidad.
Es indignante saber que hay muchos de los que quieren un acuerdo nacional ya están pensando en su subsistencia en el 2023.
Hay intendentes que ya están convocando a cortar boleta en la provincia de Buenos Aires. No quiero confirmar que el escorpión sigue siendo Escorpión, pese al reclamo y a la generosidad de la rana.
Los acuerdos se logran cuando hay voluntad de las partes. Esa voluntad de las partes tienen que tener algún objetivo en común. Vos podés acordar cuando hay un objetivo macro común y quizás en lo micro hay matices y diferencias.
¿Aquellos con los que quieren acordar pretenden un país soberano o quieren un país que esté arrodillado? ¿Quieren un país con justicia social y oportunidades o quieren un país para unos pocos? Necesitamos saberlo.
Cualquiera sea el resultado electoral, el gobierno deberá definir su rumbo y dar las peleas por lo que fue votado.
Si la estrategia de los próximos dos años es un acuerdo con los que empobrecen el gobierno popular se habrá terminado o estará confirmando que nunca lo fue.