Un día después de las elecciones, el Gobierno deberá lidiar con al menos tres frentes económicos clave: por un lado, definir cómo continuarán las políticas para frenar la avanzada de precios luego de los congelamientos dispuestos en las últimas semanas; y por el otro, continuar con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) donde la Casa Rosada busca de un acuerdo a largo plazo y con quita de sobretasas, cuyos detalles podría anunciar en las próximas semanas.
Las negociaciones con el FMI
“A quien diga que el problema con el FMI se puede resolver en cinco minutos le digo que negociar no es obedecer”. Con esas palabras, Alberto Fernández apuntaba con dureza a Mauricio Macri en el búnker del Frente de Todos este domingo por la noche. El gobierno tiene por delante el desafío de sellar un acuerdo, a meses de los nuevos vencimientos que se deben enfrentar con el organismo internacional.
Fernández prometió que en la primera semana de diciembre enviaría al Congreso un proyecto de ley con el plan del Gobierno para acordar con el FMI. Será un proyecto que explicitará el programa económico de la Casa Rosada y que marcará los ejes del acuerdo que se negocia con el staff del Fondo. El Gobierno - y lo dijo Alberto anoche - insiste en que será "sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social".
En cambio, ya hay quienes, incluso dentro de la amplia familia del Frente de Todos afirman que sellar pronto el acuerdo podría implicar un freno al crecimiento y advierten por las condiciones que podría poner el organismo: son famosas sus cláusulas sobre el déficit y las jubilaciones, por caso.
Deuda, una de las batallas clave
Este año, Argentina ya pagó 5.100 millones de dólares, de los cuales 1.300 millones corresponden a intereses y sobrecargos, un aspecto clave en el que el gobierno busca obtener una señal del Fondo, sobre todo después del mensaje unificado en la cumbre de la COP26, cuando líderes mundiales se plegaron al reclamo de Argentina para que el Fondo reduzca los sobrecargos de deuda.
En 2022 Argentina deberá enfrentar vencimientos por 19.100 millones de dólares, para 2023 otros 19.300 millones y en 2024, otros 4.900 millones de dólares.
En diálogo con AM750, la socióloga feminista e investigadora de la UBA, Luci Cavallero, explicó que un eventual anuncio de acuerdo con el FMI daría cierta estabilidad a los mercados, aunque advirtió que se podría “ahogar el crecimiento económico” registrado en los últimos meses.
“La historia nos muestra que las exigencias del FMI tienen que ver con bajar el déficit fiscal y reducir la brecha cambiaria, y eso significaría una devaluación que impactaría directamente en el crecimiento”, remarcó.
Para Nicolás Pertierra, economista jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, el gobierno debe avanzar en su propia agenda sin esperar una respuesta definitiva del Fondo. “Necesita un programa propio de recuperación económica y cautivar a su propia base electoral, que es la más golpeada en cuestiones económicas, y eso le puede costar muy caro si espera a lo que autoriza el FMI”, remarcó en diálogo con este medio.
Precios e inflación
Pertierra asegura que resolver la inflación es una cuestión esencial de cara a 2022, aunque advierte que “es difícil si no se logra una estabilización contundente” de la economía. “Hay que atender a los sectores que quedaron más golpeados después de la crisis”, señaló, y cuestionó los acuerdos “sectoriales”, como el congelamiento de precios de alimentos y medicamentos que anunció días atrás el Gobierno. “No garantizan que baje la inflación”, puntualizó.
En este sentido, para Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se debe dar la discusión del poder adquisitivo: “En términos nominales, la línea de ingresos tuvo una curva interesante en el último año, pero el problema fue la demarcación disociada con la evolución de los costos que se sufrieron desde octubre de 2020 en prácticamente todos los productos, pero especialmente en alimentos y bebidas”.
Además, Letcher analizó por AM750 que si no existen puntos de acuerdo sectoriales para garantizar la estabilidad de los precios y atacar la inflación “el Estado le tiene que poner el cascabel al gato”.
La economía que se viene en 2022
Para Luci Cavallero, en 2022 la inflación se mantendría en valores similares a los actuales. “Bajar la inercia inflacionaria es muy difícil, sobre todo con una situación tan compleja con el dólar paralelo”, sintetizó la socióloga, que además proyectó que el índice de precios, que en octubre fue del 3,3 por ciento y acumula un 41,8 % en lo que va de 2021 y un 52,1 % interanual.
Además, la socióloga indicó que el gobierno debe tratar de frenar la expectativa de devaluación y cómo generar una “política de ingresos más agresiva para el año que viene, que empiece a recuperar lo perdido por las jubilaciones, por los subsidios sociales y por los salarios durante el Gobierno de Macri”.
Para Letcher, sería razonable que de cara a 2022 se acuerden lineamientos generales entre diversos sectores de la política, como por ejemplo evitar el endeudamiento, así como también resolver las restricciones externas, y pidió “planificar una Argentina con crecimiento en el mediano plazo” de la que formen parte la oposición, los gremios y agentes económicos en general.
“La principal variable que miro es la recuperación del poder adquisitivo, creo que eso es lo que pone un techo a la reactivación. Hasta ahora hubo una recuperación significativa de la actividad, pero no estuvo acompañada al 100 por ciento por empleo y salarios, y se viene de cuatro años de caída de ingresos”, sintetizó Letcher.