El jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, afirmó ayer que la guerrilla de las FARC cumplió con su compromiso de dejar las armas como parte del acuerdo de paz firmado en noviembre pasado. Además, el país anunció que el fondo de Naciones Unidas para el posconflicto recibirá nuevos aportes por valor de casi 13 millones de dólares, que se suman a los alrededor de 58 millones recaudados hasta ahora.
“En torno a la dejación de armas, consideramos que el compromiso con la dejación de armas individuales adquirido por las FARC-EP en el acuerdo de paz ha sido honrado”, aseguró Arnault en el acto celebrado en la zona rural de Buenavista, en la localidad de Mesetas, departamento del Meta (centro). El jefe de la Misión de la ONU recordó que en febrero pasado entraron a las 26 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) repartidas por todo el país con 6.803 guerrilleros y que luego ese organismo constató que llevaban consigo 7.132 armas de diferente tipo. “La Misión constata que las armas entregadas son de alta operabilidad”, señaló el responsable de la ONU, quién subrayó además que en el caso de Colombia se han entregado más armas por combatiente que en la mayoría de procesos similares acontecidos en otros lugares del mundo.
Según Arnault, el cese al fuego y de hostilidades declarado en agosto del 2016 fue respetado por ambas partes y subrayó que las reglas del proceso de paz fueron cumplidas con pocas excepciones. “Hoy con el pleno conocimiento de la eficiencia del mecanismo (tripartito de verificación) podemos recomendar a las Naciones Unidas que recoja las enseñanzas de Colombia para aplicarla en otras partes del mundo”, añadió.
El responsable de la ONU destacó que además de los esfuerzos de cooperación realizados en el país no deben disminuir tras la dejación de las armas por parte de la guerrilla y la desmovilización de sus integrantes. Arnault indicó que unas 700 armas seguirán en manos de la guerrilla para asegurar la seguridad de sus campamentos, hasta que estos sean deshabilitados a más tardar el próximo 1 de septiembre. “En un momento convulsionado por antiguas y nuevas formas de violencia (...) un proceso de construcción de la paz exitoso en Colombia es motivo de esperanza y ejemplo poderoso para la comunidad internacional”, resaltó Arnault.