Julian, el amigo de Lucas González que manejaba el auto en el que fueron ferozmente atacados por efectivos de la Policía de la Ciudad, reveló detalles del ataque en el que fue asesinado el joven de 18 años este miércoles. "Nos trataron de villeros y nos dijeron que nos iban a pegar un tiro en la cabeza a cada uno", contó que les dijeron los uniformados.
En declaraciones al canal IP Noticias, Julián aseguró que los policías "tiraron por tirar" y que ni bien comenzó la persecución salió a toda velocidad en busca de ayuda de otros policías. Los oficiales que atacaron a González y sus amigos estaban de civil y sin identificación, por lo que los jóvenes pensaron que se trataba de un robo.
"Ellos tiraron por tirar, en medio de la desaceleración buscábamos otros policías para que nos ayuden hasta que mi amigo gritó y ahí me nublé. Vimos a un patrullero que estaba recorriendo la zona, le toque bocina y no me ayudo, siguió de largo", indicó.
"Yo, mientras tanto, teníamos a mi amigo baleado mientras manejaba, sobre mi rodilla, con su mano me tocaba la pierna. No lo podía creer", agregó el joven, visiblemente conmovido.
La reconstrucción del crimen de Lucas González
Acompañado de sus padres durante la entrevista, Julián, que volvía junto a la víctima y otros dos amigos cuando venían de una práctica en el club Barracas Central, agregó que luego de cruzarse al patrullero, le pidió ayuda a otras dos oficiales que estaban en una esquina, quienes tampoco colaboraron con la situación.
"Me hicieron bajar del auto, y llamé a mi mamá para que sepa lo que estaba pasando. Al rato, llegaron un montón de policías, nos trataron mal, nos pusieron contra una reja, nos esposaron y nos tiraron al piso", explicó.
Luego el joven indicó que uno de los efectivos le rompió la remera con la que estaba vestido y que les gritaban que eran "unos villeros" y que debían darles "un tiro en la cabeza a cada uno".
También contó que les preguntaban "dónde tenían falopa", cuando el joven González "estaba tirado, sin recibir ayuda", hasta que llegó la ambulancia que lo trasladó a un hospital.
"Nos trataban de delincuentes cuando teníamos un quipo de mate, ropa de entrenamiento y galletitas. Queríamos volver a nuestras casas felices, porque el viernes volvíamos al club", agregó.
Junto a otro amigo, Julián pasó la noche del miércoles en una comisaría tras su detención. Un tercer compañero logró escaparse "de la desesperación". Recién fueron liberados el jueves a la mañana y este viernes el juez de Menores Alejandro Cileruelo sobreseyó a todos los jóvenes.
Por otro lado, el chico sostuvo que los policías "no tenían nada" que diera entender que eran agentes. "No se identificaron, al bajarse el conductor, vi el arma y en el momento, lo que pude hacer fue salir de ahí. Ellos comenzaron a tirar tiros", indicó.
Las falsas versiones de la Policía
Respecto a las versiones de que Lucas habría sacado un arma cuando el automóvil de los oficiales apareció, Julián los negó por completo. "No sabían qué inventar. ¿Cómo mi amigo saca un arma, si supuestamente estaba en el baúl y encima, estaba baleado?
Y concluyó: "Ahora le tengo que tener miedo la policía, si no te matan los chorros te mata la policía. No dan ganas ni de comprar en la esquina de tu casa"