Un 24 de noviembre como hoy, pero de 1991, se anunciaba la muerte de uno de los artistas más grandes que dio la música. La noticia generó una gran conmoción: no habían pasado 24 horas de la confirmación de los rumores que indicaban que Freddie Mercury tenía HIV cuando se informó su partida en su hogar de Kensington, Inglaterra.
Con él se iba uno de los más formidables frontmen y cantantes que tuvo la historia del rock. Su historia quedó sellada como un registro de época: su muerte, con el estigma que significaba en el momento una enfermedad que no mucho después dejaría de ser una condena inevitable.
29 años y un día después, dejaría de brillar otra estrella, otro ídolo mundial pero del deporte. Diego Maradona fallecía un 25 de noviembre de 2020.
Casi como una mueca macabra que unía con horas de diferencia la muerte de dos leyendas en sus rubros, también fue casi un "milagro" el día que se conocieron. Porque sí, dos potencias se saludaron.
El día que Dios conoció a la Reina
El 8 de marzo de 1981 era la última fecha en la que la banda Queen se presentaba en el país, luego de haber estado en Mar del Plata y Rosario. La escala final era Buenos Aires. El lugar elegido, el estadio de Vélez Sarfield.
Casi al mismo tiempo, en ese momento Diego Maradona recién había llegado al club de sus amores, Boca Juniors y, además, se había consagrado como campeón con la Selección juvenil en 1979.
Futboleros como la mayoría de los ingleses, Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor querían conocer a Maradona, ese chico que casi un año antes (el 13 de mayo de 1980) había brillado en un amistoso contra Inglaterra que terminó 3 a 1 para los locales, y en el que Diego protagonizó una jugada muy similar a la que en el Mundial de México, en 1986, se convirtió en el mejor gol de todos los tiempos.
En esa época, Queen estaba en la cima de su carrera como banda y nuestro país sufría todavía la última dictadura cívico militar, con lo cual era algo casi imposible ese recital en esos tiempos. Un año más tarde, el enfrentamiento entre los dos países en la guerra de Malvinas haría de estos shows un caso y un registro único e histórico para la postre.
"Tener al gran ídolo del país era como recibir una bendición", recordaría años más tarde Roger Taylor en una entrevista. Queen y Maradona intercambiaron palabras de admiración y camisetas. El Diez posó con una remera con los colores de la bandera británica, que May vestía en los recitales, la corbata de seda roja de Freddie y las baquetas de Taylor.
Freddie se puso la casaca albiceleste, la cual usaría durante gran parte del show y en las muecas que el artista realizaría en las ya legendarias fotos que quedan como registro eterno.
"I'd like to introduce a friend of yours: Maradona"
Con esa frase, el líder de la banda inglesa presentó al ídolo del fútbol en el escenario. La multitud enardecida vitoreó "Marado... Marado...". Diego, humilde y joven, solo atinó a decir: "Le quiero agradecer a Freddie y a los de Queen por hacerme tan feliz". Acto seguido presento el hit por el cual la agrupación tuvo su gran entrada al país, "Y ahora, 'Otro muerde el polvo'".