"Pasan cosas raras con el desgobierno porteño. Después de las elecciones hicieron todo lo contrario de lo que prometieron. Te afanan el río y te cierran clubes, escuelas, premios para artistas y te aumentan el ABL, la patente del auto, el peaje, el estacionamiento. Sin embargo la gente los vota y los votó", introdujo Adrián Stoppelman en su columna de humor en La Mañana de Víctor Hugo.
"Tampoco hay muchas noticias sobre la apertura de jardines de infantes con el dinero del fútbol para todos", agregó el humorista. Ayer el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta decidió ajustar las escuelas de formación laboral para jóvenes con discapacidad. De todas maneras, con el optimismo que lo caracteriza, Stoppelman le encontró algunos aspectos positivos a los cierre de escuelas.
Las ventajas de cerrar y cerrar escuelas
- Disminuye el gasto en disfraces para fiestas patrias, escarapelas, galeras de patriota, cestas de mazamorrera y ese dinero se vuelca a la reactivación del consumo interno.
- Desaparecen los grupos de padres en Whatsapp. Vuelve la alegría a los seres humanos
- Disminuye el robo de útiles escolares entre los jóvenes. Basta de perder tiempo poniéndole nombre a los lápices y las biromes (método comprobadamente inútil: Te la afanan igual)
- Se benefician los jubilados: Merma el gasto en golosinas como premio por buenas notas. Con lo ahorrado compran media pastilla para la presión o 100 gramos de pollo en polvo.
- Los padres disfrutan de más tiempo libre porque no tienen que asistir a reuniones de padres ni ser llamados para hablarles de lo mal que se comportan sus hijos.
- Se benefician todos los canales de noticias menos La Nación Miau. No más notas de Feinmann a alumnos secundarios que lo dan vuelta y que generan polémica y alto rating.
- Los porotos que antes usabas para la germinación, ahora te los podés morfar. Y el secante, con esta humedad, siempre viene bien.
- Más ahorros: día del maestro. Nada que regalar, ni andar haciendo colectas.
- Los docentes dejan de pertencer al gremio de Baradel para convertirse en emprendedores o choferes de Uber, donde pueden, incluso, impartir conocimientos a sus pasajeros.
- Se termina con esa queja constante de los argentinos: ¡qué mal está la educación!
- Gigantescos ahorros en gastos de cumpleaños. No hay más compañerites a quienes festejarles el cumple, nada de regalos ni tortas, ni chizitos. Toda esa guita volcada al consumo de otras estupideces, y reactivamos el mercado de estupideces.
- Habrá cada vez más iletrados y analfabetos y la brecha con los que puedan ir a colegios privados será gigantesca. Aunque escuchando hablar a los que fueron al Cardenal Newman o se recibieron de ingenieros o abogados en la UCA, no se preocupen: la brecha será imperceptible