La segunda autopsia pedida por el fiscal Pablo Mascioli al cuerpo de Alejandro Martínez, el hombre que murió en una comisaría de San Clemente, señaló que la víctima recibió golpes compatibles con patadas efectuadas con "borceguíes y tonfas policiales".
El nuevo estudio confirmó los resultados de la primera autopsia, con el agregado de que el cuerpo también tenía la nariz quebrada.
La primera de las examinaciones reveló que Martínez falleció como consecuencia de una "asfixia mecánica" así como de numerosos golpes en distintas partes del cuerpo.
Esta autopsia fue solicitada a pedido de las defensas de los policías imputados y detenidos Paola Mansilla, Christian Rohr, Carla Abigail Cantarella, Evelyn Aldana Garófalo, Maximiliano Munche, José Carlos Pereyra, Miguel Boulos, Sandro Wilfredo Sandro y Laura Chiarullo.
Todos ellos afrontan cargos por el delito de "homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento, el concurso premeditado de dos o más personas y por haber sido cometido por miembros integrantes de una fuerza de seguridad, abusando de sus funciones o cargos".
En tanto, Virginia Creimer, médica legista, forense y perito, indicó que la nueva autopsia "confirmó la abrumadora existencia de lesiones" que no solo fue constatada por ella y su equipo, sino que además los peritos de la Policía bonaerense "Dijeron, literalmente, 'está recagado a palos', en varias oportunidades", aseguró la especialista.
El caso
Martínez, de 35 años, fue asesinado en la madrugada del jueves 18 de noviembre, luego de ser aprehendido en el Gran Hotel Fontainebleau de San Clemente, donde se hospedaba, por supuestos alborotos. Luego, fue llevado a la comisaría 3ra y horas más tarde, fue hallado sin vida en una celda.
Tras la autopsia y las pruebas recolectadas, el fiscal Pablo Gamaleri solicitó el sábado 20 de noviembre la aprehensión de los nueve policías, a quienes indagó. Ocho de ellos se negaron a declarar, y la única que aceptó hacerlo aseguró que intervino en la detención tras un reporte de que el hombre "había hecho destrozos en la habitación del hotel" y "en todo momento decía incoherencias".
También sostuvo que estaba "alterado" y que se defendió "a patadas" cuando lo bajaron del auto.