El presidente Alberto Fernández celebró este martes durante el acto de cierre en Tecnópolis del primer encuentro federal del Plan 1000 días - a casi un año de la aprobación de la ley que busca proteger a los niños en sus primeros tres años de vida -que "la mujer tenga el derecho real de poder decidir".
"Hemos dado un paso formidable. Le hemos dado a la mujer la posibilidad de decidir lo que crea mejor y en los dos casos, el Estado está presente. En ambos casos, celebramos que la mujer tenga ese derecho real de poder decidir", manifestó el mandatario desde el acto realizado en el predio de Tecnópolis.
Y agregó: "Las leyes se universalizan, no es algo que alguien se tenga que inscribir. Cualquier mujer en esas dos situaciones, tiene derecho a percibir las asignaciones del Estado".
En tanto, el presidente lamentó la perdida de "muchas vidas" y de la salud de muchas mujeres que fueron afectadas por las malas prácticas para llegar a un aborto, durante todo el tiempo transcurrido hasta la sanción de las iniciativas legislativas.
"Me dispuse a cumplir con lo que me había comprometido y a ver cómo hacíamos para que esa decisión que ya tenía se convirtiera en ley y pudiera garantizar que la interrupción del embarazo no fuese un delito", dijo.
"También me encontré con muchos que decían que, las mujeres interrumpen su embarazo, no pueden mantener a sus hijos, y que no cuentan con los recursos necesarios", agregó.
Por ello, reflexionó que desde su gestión se debía garantizar "la libertad de la mujer que decida interrumpir así como la que quisiera tener a su hijo". "Fueron las dos libertades: son dos decisiones que toman las mujeres y así avanzamos", subrayó y destacó el trabajo en conjunto entre la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y la ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta.
Al concluir con su discurso, Fernández reiteró que se celebre el aniversario de estas leyes, ya que "después de tanto tiempo difícil", ahora las mujeres y la sociedad "pueden ver el futuro con otra actitud y esperanza, y con otras perspectivas"
"La mejor sociedad es la que iguala y le da las mismas oportunidades a otros. Lo que tiene que hacer el Estado es poner a todos en igualdad para avanzar", indicó.
"Por favor, mujeres, empodérense, porque nosotros, los hombres, también tenemos que hacer un ejercicio de aprendizaje porque venimos de esa cultura que ponía en segundo lugar a la mujer. Las mujeres nos enseñaron que todo era un mal modo de vivir y les pido que sigan con su pelea; les prometo que el primer feminista voy a ser yo", concluyó.
Previamente, la titular de la cartera de Mujeres, Géneros y Diversidad remarcó que la Nacional de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia "pone en juego el Estado que queremos"
"Es el Estado que nos acompaña y este presente en nuestras ediciones de nuestra vida. La ley de 1000 días que amplía derechos, está pensada en clave de derechos, en el ámbito de la seguridad social, la identidad, el cuidado y la salud integral, la prevención de las violencias y en el acceso a la información", detalló.
Por su lado, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, resaltó la "sinergia" con su par Gómez Alcorta y el trabajo de la secretaria Ibarra para impulsar el proyecto que quedó oficializado en agosto pasado.
"Silenciosamente, Vilma Ibarra trabajó en forma fundamental y fue clave en su redacción, promulgación y reglamentación. Las palabras 'red, federal y derechos', son muy importantes y juntos al Ministerio de Mujeres nos complementamos con todas las actividades", describió.
La ley de los 1000 días
El Plan 1000 días contempla políticas de ingresos, de identidad y de salud, y tiene como población objetivo alrededor de 600 mil personas gestantes y 1,8 millones de niños y niñas al año. De este universo, se estima que en la actualidad el 42 por ciento vive bajo la línea de pobreza y el 10,5 por ciento bajo la línea de indigencia.
En ese contexto, la normativa que fue aprobada junto a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), busca reducir la mortalidad y la malnutrición, proteger y estimular los vínculos tempranos y el desarrollo, y prevenir violencias, entendiendo la salud de manera integral.
Y "establece prácticas de prevención y protección promoviendo una mirada integral de este curso de la vida, entendiendo las muy diversas realidades en que las familias cuidan y crían a sus hijas e hijos y cómo las comunidades acompañan en esos cuidados".
Los 1.000 días contemplan el tiempo, contado en días aproximados, en el que transcurre el embarazo, el nacimiento y hasta los tres años de vida y es un período importante porque tiene profundos efectos en la salud integral tanto en ese presente como en el futuro de las personas.
Los principales ejes de trabajo del plan son el acceso al diagnóstico temprano del embarazo y de prevención de la prematurez, garantizar un botiquín con medicamentos esenciales y apoyo nutricional durante el embarazo así como el derecho a la Seguridad Social durante todo ese periodo.