El represor Luis Muiña murió este miércoles a los 67 años tras permanecer varias semanas internado en el Hospital Héroes de Malvinas de Merlo. En 2017 un fallo de la Corte Suprema lo benefició con el 2x1, lo que desató una enorme movilización por la que finalmente se dio marcha atrás con el fallo.
Muiña permanecía detenido en la Unidad 34 de Campo de Mayo, aunque semanas atrás fue trasladado al Hospital Héroes de Malvinas debido a complicaciones de salud. Su nombre adquirió gran relevancia cuando en 2017 la Corte Suprema de Justicia lo benefició con el 2x1 – cumpliría sólo la mitad de la pena – lo que se desató un fuerte rechazo y una masiva movilización.
Tras la gran convocatoria, la Corte finalmente dio marcha atrás en mayo, luego de una movilización inmensa que rechazó que la medida se aplique para condenados por delitos de lesa humanidad, como era el caso de Muiña.
Quién era el represor Luis Muiña
Muiña ingresó a los 21 años como auxiliar de vigilancia del Hospital Posadas, uno de los centros de salud más importantes de la provincia de Buenos Aires y uno de los que más sufrió la persecución durante la dictadura cívico-militar, con desaparecidos y torturas.
Tal como publicó Página/12, el 21 de julio de 1976 se dispuso que 19 hombres “garanticen la seguridad” del Posadas, donde ya habían existido ocupaciones militares y detenciones meses antes, a finales de marzo del 76.
El operativo estuvo a cargo del subcomisario de la Federal Ricardo Nicastro, que junto a sus hombres, para finales de noviembre de 1976 ya habían montado un centro clandestino de detención en el hospital, ubicado en uno de los chalets.
La condena a Muiña
Muiña tenía una condena a 13 años de prisión por los secuestros del Posadas y en mayo de 2017, en pleno gobierno de Mauricio Macri, ya se encontraba en su hogar. Sin embargo, la Justicia se negaba a avanzar en un nuevo juicio por los crímenes de Jacobo Chester y Jorge Rotiman, que no habían sido contemplados en el primer proceso judicial.
El fallo del 2x1 luego anulado aceleró el juicio: Muiña fue condenado a perpetua y en 2020 la Cámara Federal le anuló la absolución por el homicidio de Chester y de otro empleado del Hospital y le ordenó al Tribunal Oral Federal Nº2 que dicte un nuevo fallo.
Muiña murió a raíz de un cáncer que en los últimos meses se había acelerado. Su defensa pidió semanas atrás que le permitan regresar a su casa para permanecer en cuidados paliativos. Durante los largos procesos judiciales, el represor jamás aportó un dato que permita conocer el paradero del resto de los desaparecidos en el Hospital Posadas.