Sin Presupuesto, sin acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerrado y con la brecha cambiaria en casi un 100 por ciento, el Gobierno tiene por delante un 2022 en el que deberá ajustar, sobre todo, los consensos políticos con los diferentes sectores para poder surfear los desafíos económicos que se vienen tras casi dos años de gestión en medio de una pandemia, con una deuda por pagar, una inflación por bajar y un dólar por controlar.

Inflación

La inflación fue sin dudas una de las principales dificultades con las que tuvo que lidiar el Gobierno en un año signado por la reactivación de la economía que, a su vez, trajo aparejada una recomposición de precios relativos pero también un aumento en los costos de los insumos importados.

En la Argentina, un país en el que el problema de la inflación es persistente. En los primeros meses del año, el IPC que mide el Indec se mantuvo entre los 3 y los 4 puntos hasta llegar a su pico máximo en marzo, cuando alcanzó 4,8 por ciento.

Desde allí, comenzó un camino de desaceleración. En el medio, la gestión de Fernández activó un paquete de medidas que incluyó al programa Precios Cuidados, que no sólo abarcó productos esenciales como alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza, sino también a los insumos del sector de la construcción.

Una de las medidas más fuertes fue la destinada a la exportación de carnes, el producto de consumo que subió en un porcentaje de casi el doble respecto a los productos generales. La restricción fue del 50 por ciento de lo vendido al exterior el año pasado, y prohibió el envío de 12 cortes denominados populares, como el asado, el vacío, el matambre, la falda y la paleta.

Esta decisión se tradujo en una reducción del 3 por ciento en el precio de venta al público entre julio y octubre último, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Consciente de la necesidad de una estrategia más dura, el Poder Ejecutivo definió a comienzos de octubre reemplazar a la titular de la Secretaría de Comercio Interior, Paula Español, por Roberto Feletti, ex viceministro de Economía en el primer mandato de la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Feletti llamó a productores, industriales y comercializadores a alcanzar un acuerdo de precios que diera previsibilidad por tres meses, y permitiera no sólo contener el avance de la inflación, sino también planificar un esquema de precios para 2022 que no supere los aumentos salariales.

Ante la falta de respuesta, el Gobierno avanzó unilateralmente con un programa de precios congelados desde el 1 de octubre y hasta el 7 de enero próximo, y luego abordó otro producto sensible al bolsillo de los consumidores: los medicamentos. En este caso y con el antecedente de la canasta de supermercados, los laboratorios se avinieron a cerrar con el Gobierno un acuerdo de precios congelados desde el 1 de noviembre y hasta el 7 de enero.

Junto a Julián Domínguez, ministro de Agricultura, se dieron conversaciones con frigoríficos que atienden el mercado interno y supermercados mediante, se anunció un aumento de la oferta de cinco cortes de carne vacuna en todo el país, con precios que serán sensiblemente inferiores al valor actual del mercado.

A todo esto, Comercio Interior comenzó a delinear los pasos a seguir más allá del 7 de enero cuando termina el congelamiento de precios, y empezó la reelaboración de la canasta de productos de precios máximos, con el consenso de todas las empresas participantes. Como todas las empresas que participan del + Precios Cuidados registraron aumentos en sus ventas, manifestaron su disposición a consensuar una nueva canasta de recambio.

En todo este contexto, el dato oficial de noviembre dio cuenta del éxito de las medidas tomadas hasta el momento, ya que la variación respecto al mes anterior fue de 2,5 por ciento la más baja del año junto con la de agosto.

FMI

El Gobierno nacional avanzó este año en el detalle fino de un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el objetivo de resolver, a través de un Programa de Facilidades Extendidas, la deuda que tomó la gestión de Macri, de alrededor de 44.000 millones de dólares.

En los primeros días de este mes, luego de una misión técnica a Washington, se obtuvieron importantes avances respecto al detalle fino del nuevo acuerdo, avalado por un comunicado del FMI en esa línea.

El Congreso aún espera el Plan Plurianual que iba a enviar el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la primera semana de diciembre y donde estaría detallada la renegociación con el Fondo por el megapréstamo que tomó el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo, las conversaciones con el organismo internacional están aún en proceso y según advirtió el presidente Alberto Fernández, en el FMI reconocieron como "un problema" el rechazo a la ley de leyes por parte de la oposición.

En este marco, el viernes pasado el jefe de Estado argentino y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, coincidieron en reconocer "el problema inesperado del rechazo del Presupuesto 2022 por parte de la Cámara de Diputados, a pesar de lo cual se ratificaron "avances" en el trabajo conjunto hacia un nuevo programa con el organismo.

"Hablé con la titular del FMI @KGeorgieva. Ambos reconocimos el problema inesperado del rechazo del Presupuesto, pero nos comprometimos a seguir trabajando plenamente enfocados en materializar un acuerdo que no comprometa la continuidad de la recuperación económica inclusiva", escribió el mandatario argentino en su cuenta de Twitter.

 El FMI reconoció que la recuperación de la producción y la inversión en la Argentina fue más fuerte de lo esperado, y esta manifestación pública se interpretó como una señal importante para la definición del punto de partida de un eventual Programa de Facilidades Extendidas.

A diferencia de lo firmado por la administración macrista (un acuerdo stand-by que responde básicamente a las necesidades de financiamiento externo, con cuotas de vencimiento en el corto plazo), el Ministerio de Economía aspira a cerrar un Programa de Facilidades Extendidas, que reúne otras características en cuanto a plazos y requerimientos.

El avance de las negociaciones aún no está en condiciones de consensos políticos: el FMI quiere que la oposición, responsable en su momento por el respaldo a un crédito insostenible para la realidad económica del país, se comprometa a cumplir lo que eventualmente se firme.

En el mientras tanto, la Argentina honrará la deuda heredada y en los próximos días cancelará una cuota de 1.892 millones de dólares con el FMI con un depósito de Derechos Especiales de Giro (DEG), que forman parte de las reservas del Banco Central.

Dólar

El dólar, un punto central en lo que respecta al comercio exterior, este año tuvo un fuerte aumento de la brecha entre el oficial y los alternativos, de casi 100 por ciento, en un contexto donde la expectativa por las elecciones de medio término y por la firma del acuerdo con el Fondo tuvo mucho que ver.

Por su parte, la bolsa porteña va camino a cerrar el año con una suba aproximada del 70 por ciento medida en pesos, y de más del 11 por ciento medida contra la cotización del dólar con liquidación (CCL).

El buen rendimiento en el año del índice S&P Merval responde a que en el 2020 la bolsa porteña había cerrado en precios de liquidación, afectada fundamentalmente por la crisis económica derivada de la pandemia de la Covid-19 y por la recesión iniciada en el 2018.