Familiares de víctimas y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón se movilizaron este jueves en el 17º aniversario del incendio que dejó un saldo de 194 víctimas fatales y cientos de heridos el 30 de diciembre de 2004.
Durante el acto central en Plaza de Mayo, repudiaron “el silencio” del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, así como el de sus funcionarios y legisladores, ante el pedido formal que presentan hace años para que el predio de Bartolomé Mitre al 3000 se expropie y sea transformado en un espacio público de memoria.
En uno de los actos que se realizaron, el excantante de la banda Callejeros, Patricio Fontanet, realizó un show de cuatro temas en el Obelisco junto a su nueva banda, Don Osvaldo. Lo hizo en el marco de un evento organizado por la agrupación “No nos cuenten Cromañón” y fue la primera vez que se hizo presente públicamente en un evento en memoria de lo sucedido. Además, Fontanet volvió a tocar en la Ciudad luego de 17 años.
En paralelo, familiares realizaron un acto donde se leyó un documento consensuado entre varias organizaciones. Durante toda la jornada, 194 sillas vacías con los nombres de cada fallecido acompañaron el escenario. Luego de la misa histórica en la Catedral, marcharon hacia el boliche ubicado detrás de la estación de Once.
“Tenemos que repetir que la masacre, ni tragedia ni accidente, se produjo por una sumatoria de hechos probados”, expresa el texto leído por una de las madres, y detalla: “La sobreventa extrema de entradas, el funcionamiento de un local sin la habilitación, los matafuegos vencidos, las puertas con candado, el uso de material prohibido, el desastroso operativo de la emergencia y la represión de la policía a los mismos chicos que entraban a intentar salvar a otros”.
En esa línea, denunciaron el accionar de los funcionarios públicos que ejercieron cargos desde ese momento hasta la actualidad por obrar en función de la “connivencia del Estado y el sector privado”, elementos funcionales al “encubrimiento del Poder Judicial, al que fue necesario arrancarle condenas insuficientes que aún así, son históricas”.
Entre los principales responsables, señalaron al entonces Jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra y al ya fallecido Omar Chabán, el gerente del boliche República Cromañón. Asimismo, exigieron a los funcionarios y legisladores actuales el tratamiento de las leyes de “reparación integral” y no “los parches que se vienen sucediendo desde el momento de la masacre”, haciendo referencia a la norma recientemente aprobada en la Legislatura que restringe la asistencia a la entrega de un subsidio económico, y así las medidas vinculadas a la atención médica y psicológica.
Respecto a los reiterados proyectos y pedidos para que el edificio se convierta en un espacio conmemorativo, advirtieron: “La Legislatura los dejó caer por su propio funcionamiento burocrático, por desidia o por falta de decisión política, o por todos estos motivos combinados”.
Y agregaron: “El silencio de Larreta y sus legisladores ante un proyecto que cuenta con el consenso absoluto de sobrevivientes y familiares, contrasta con la celeridad en que se votó en la misma Legislatura, y pese al cuestionamiento de los vecinos, la pérdida de 100 hectáreas de espacios verdes y humedales, para seguir construyendo torres de lujo que luego quedan vacías por la especulación inmobiliaria”.