Con la noticia de que la semana que viene llegará una ola de calor a la Argentina, que provocará temperaturas por encima de los 40°C, surge la duda de cómo proteger a las mascotas del calor extremo. Los expertos coinciden en que los animales domésticos, como perros y gatos, son más vulnerables que los humanos en estas situaciones, ya que no cuentan con la misma capacidad de eliminar el calor corporal.
¿Por qué el calor afecta más a las mascotas?
En el caso de los perros y los gatos, éstos carecen del mecanismo compensador de temperatura que es la transpiración. “Es una especie de ducha de adentro hacia afuera: el agua captura el calor del cuerpo, bajando o manteniendo la temperatura constante, porque el agua es la sustancia natural de mayor calor específico, es decir, con mayor capacidad de capturar calor sin elevar la temperatura”, explicó el doctor Juan Enrique Romero, médico veterinario especialista en clínica de animales pequeños.
“Ese mecanismo (sudoración) no lo tienen ni el perro ni el gato, por eso tienen otros mecanismos compensatorios de temperatura elevada y en algunos casos mecanismos muy frágiles de termorregulación”, agregó el coordinador del Programa de tenencia responsable y sanidad de perros y gatos del ministerio de Salud.
Y continuó: “El calor actúa sobre los animales, que tienden a conservar su temperatura constante de manera especial, afectando los mecanismos termorreguladores. Tanto el perro como el gato no sudan. En el caso del perro existe el jadeo, que es el primer mecanismo, junto con la dilatación de la lengua (que aumenta de tamaño hasta el doble de volumen porque se llena de sangre)”.
¿Cómo se puede proteger a los animales del calor?
Hay algunas indicaciones sobre cómo proteger a las mascotas del calor que son comunes para todos los animales, como mantener la provisión de agua fresca y procurar espacios de sombra para descansar, pero perros y gatos no son iguales, y para cada uno hay distintas cosas a tener en cuenta.
“Lo mejor q podemos hacer es no molestarlos, no atarlos, dejarlos que elijan el lugar más fresco de la casa”, indicó Romero. “Y sí si podemos ayudarlos con ventilador y aire acondicionado mejor, porque lo van a elegir sin dudas”.
Perros y calor
La incapacidad de los perros de autorregular la temperatura “se agrava con los perros ñatos, como bulldog francés e inglés, su capacidad compensatoria del calor es mucho menor”, advirtió el doctor Romero.
En cuanto a los perros en general, sugirió:
- No atarlos y dejarlos elegir el lugar donde quieran estar.
- No someterlos a ejercicios inadecuados en horarios insólitos.
- Pasear con mesura y eligiendo la mañana bien temprano o el atardecer.
- No dejarlos en el auto cuando se va a hacer un mandado, ya que la capacidad de aumentar la temperatura dentro de un vehículo es más alta y rápida.
Gatos y calor
“Veremos que los gatos con calor se lamen mucho más. Su ducha tiene que ver con cubrirse con saliva todo el cuerpo”, indicó Romero sobre los gatos.
Y recomendó:
- Dejarle agua a disposición en varias ofertas. No necesariamente helada sino fresca y renovada.
- Dejarlo hacer a su aire y que busque un lugar.
- No molestarlo en horarios inadecuados.
- Mientras menos se mueva mejor va a compensar la temperatura.
Qué hacer ante un golpe de calor en un perro o un gato
El doctor Romero remarcó que el golpe de calor es una situación de emergencia y urgencia.
“Es el colapso de los mecanismos termorregulatorios, que puede ser fatal si no se recurre al auxilio médico veterinario. No hay que ir al veterinario de confianza, sino al primero que se pueda encontrar”, aclaró.
Según enumeró, hay que prestar atención si la mascota se encuentra en un estado de estupor: “Como atontado, se tambalea, tiene mucosas inyectadas en sangre, o taquicardia, urgente lo llevamos al veterinario”.
El experto también indicó que para refrescar a las mascotas se les puede mojar la cabeza, y que no es necesario cortarles el pelo.
“No pelemos a los animales pensando que (el pelo) les da calor. Tienen muda estacional, en verano pierden pelo y ese microclima que se genera en esa capa es la que les permite compensar la temperatura mejor que estando pelados”, explicó.
Tortugas, cobayos y conejos
“Las mascotas no tradicionales tienen pautas de cuidado que son las mismas que necesitan las mascotas tradicionales, ya que todos pueden sufrir estrés térmico”, explicó por su parte Verónica Eisenberg,médica veterinaria de la UBA.
“Siempre tienen que estar en lugares que tengan buena temperatura, tener agua a disposición, no pasar mucho tiempo al sol y que tengan reparo para la sombra”, agregó.
“Si es un animal como una tortuga o una iguana, que están acostumbrados al calor, hay que tener en cuenta que también les hace mal trasladarlos de golpe a lugares en los que haga mucho frío”, sumó.