Este lunes será el puntapié de una ola de calor que afectará a gran parte del país con temperaturas extremas por sobre los 35°C, y que podría generar que Argentina se convierta en el lugar más caluroso del planeta esta semana, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Que haga calor en verano no debería sorprender a nadie. Lo que sí alarma y genera preocupación es la crudeza con la que la temperatura azotará a la región en los próximos días.
¿Verano caluroso o cambio climático?
Una de las preguntas que surge ante el pronóstico de la próxima ola de calor es si se debe a un fenómeno típico de la temporada veraniega o si, en cambio, está relacionada con el cambio climático. Sergio Federovisky, viceministro de Ambiente de la Nación, responde esta cuestión: "Básicamente, las olas de calor, como las olas de frío son dos de las manifestaciones más extremas y más claras del calentamiento global".
Y explica que esto se debe a que "la pérdida de equilibrio que supone la crisis climática hace que el clima tienda a buscar los extremos para encontrar algún nuevo equilibrio". Es por ello que, agrega, "los científicos hace tiempo vienen alertando que la agudización de los extremos es una de las consecuencias más directas del cambio climático".
"Dentro de estos fenómenos extremos están las olas de calor que, según todas las proyecciones, van a ser cada vez más intensas y de mayor duración", advirtió. Así, en cada estación correspondiente, —ola de frío, en invierno; y de calor, en verano— "va a haber probablemente cada vez más seguidos picos en los que se va a registrar una manifestación extrema. Esto precisamente es lo que estamos previendo para los próximos días" en casi todo el país, detalló.
Las explicaciones del viceministro están en sintonía con el informe científico sobre cambio climático —difundido en agosto de 2021— por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que entre sus conclusiones sostiene que "es prácticamente seguro que las olas de calor extremas se han vuelto más frecuentes e intensas en la mayoría de las regiones terrestres desde la década de 1950, mientras que los extremos fríos (incluidas las olas de frío) se han vuelto menos frecuentes y menos graves". Y subrayan que "el cambio climático inducido por el hombre es el principal impulsor de estos cambios".
Deforestación y desmonte, otras causas del calentamiento global
"La deforestación y el desmonte provocan condiciones para que se agudice el 'efecto invernadero' y el cambio climático. Y las olas de calor son una respuesta a estas situaciones", afirma Federovisky.
La deforestación implica un agravamiento de las condiciones para enfrentar el cambio climático, resalta el viceministro. Y es que los árboles "absorben" el dióxido de carbono (y otros gases de efecto invernadero) y evitan que se libere a la atmósfera.
“Los bosques representan uno de los sumideros más importantes de carbono en la superficie del planeta. Dado que el CO2 es el principal componente de los gases de efecto invernadero (GEI), es muy importante que los bosques lo retengan en su estructura y no sea liberado a la atmósfera. Si aumenta el contenido de estos gases, aumenta la cantidad de radiación retenida por la atmósfera, y se intensifican el calentamiento global y su impacto en los sistemas naturales y las actividades socio económicas”, explica en la web del CONICET Ricardo Villalba, investigador superior del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA).
Según la ONG Greenpeace, Argentina está entre los 10 países que sufrieron más desmontes en los últimos 30 años. Se perdieron alrededor de ocho millones de hectáreas de bosques, especialmente en Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.
A cuidar el agua
Ante la ola de calor que ya está en marcha, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación llamó este lunes a implementar un "alerta máximo" sobre el uso y cuidado de un recurso vital y escaso, como es el agua.
"Si bien en nuestro país todavía hay un porcentaje importante de ciudadanos, principalmente en los conurbanos de las grandes ciudades, sin acceso al agua corriente, el promedio de consumo de agua de la Argentina está muy por encima del promedio mundial", aseveró Federovisky.
En promedio, en el país se consumen 350 litros por persona por día y el promedio mundial es de 250 litros, 100 litros menos. "Estamos frente a una cultura del derroche del agua y, ante una ola de calor como la que viene, tenemos que extremar los recursos no solo para no derrochar, sino también para que el agua esté disponible para las necesidades más básicas, como hidratarse", pidió el funcionario.
Por ello, resaltó que en estos días hay que evitar usar agua para:
- llenar piletas
- baldear veredas
- regar
Incendios forestales: emergencia en todo el país
Federovisky alertó que, además de la sequía extrema que el país experimenta en los últimos dos años, la ola de calor "promueve peores condiciones para enfrentar los incendios forestales". Es más, el fenómeno climático extremo "favorece la posibilidad de que los fuegos se propaguen".
Ante esta situación el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación declaró la "emergencia ígnea en todo el país" para "poder tener mayor disponibilidad de recursos en caso de ser necesarios". Además, Parques Nacionales anunció que no se puede hacer fuego en las zonas de camping libre para evitar incendios.
Un país con temperaturas al rojo vivo
Según el SMN durante toda esta semana en casi todo el país la temperatura alcanzará registros prácticamente infernales: se esperan máximas que irán de los 35 hasta los 42 grados.
El mercurio comenzó a elevarse este domingo en Río Negro, Neuquén, Mendoza, La Pampa, oeste de Buenos Aires, San Luis, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, el este de Salta y de Jujuy, Santiago del Estero, Chaco y Formosa comenzaron. Y desde este lunes ocurrirá lo mismo en la Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes y Misiones.
Las temperaturas mínimas serán casi todo menos —precisamente— mínimas. En las horas más frescas serán de entre 25 y 30 grados, aunque es posible que sean aún más elevadas.