Roberto Salvarezza, presidente del Directorio de Y-TEC, empresa argentina de desarrollo tecnológico en el sector de petróleo y gas, propiedad de YPF y el Conicet, defendió este jueves el proyecto de exploración offshore en el Mar Argentino y aseguró que "ningún país desaprovecharía recursos sin explotar".
"Estamos hablando de la posibilidad de explotar o no recursos que tiene la Argentina en su mar", dijo Salvarezza en comunicación con La García. A continuación, el funcionario recordó que lo que se aprobó fue la fase exploratoria que permitirá saber qué recursos tiene Argentina en el mar argentino.
"Si esa exploración fuera positiva y se confirmará que Argentina tiene recursos muy importantes en gas y petróleo entonces podríamos discutir si es posible explotarlos sin que hubiera un derrame impactar a la costa de Mar del Plata. Todos estamos de acuerdo en que tiene que haber una producción compatible con la salvaguardia ambiental", señaló.
"Yo estuve hablando con expertos del área que conocen muy bien cómo es el movimiento del mar en la zona en la que se desarrollaría la investigación. La opinión que tienen ellos es que las corrientes corren paralelas a la costa bonaerense y que sería altamente improbable, por no decir imposible, que un derrame impactará en la costa", agregó el presidente de Y-TEC.
Las puertas que abre la exploración offshore
Luego Salvarezza recordó que la Argentina está explotando offshore hace 50 años en la zona de la Cuenca Austral con una muy buena producción: "el 17% del gas que se consume en el país para la electricidad, para la calefacción, para el aire acondicionado, viene del offshore", puntualizó.
"La tecnología offshore es una tecnología madura con todas las precauciones y cuidados ambientales que acompañan este tipo de producción", sostuvo, al tiempo que consideró que "hay planteos que son sesgados; no hay polémica entre producción y ambiente; se va a producir cuidando el ambiente, siempre".
Para Salvarezza, "se ha manejado también con liviandad el hecho de mostrar playas con petróleo; es propaganda; si uno consulta a los principales científicos, es altamente improbable que un eventual incidente ocurra".
En ese sentido, aclaró que "las áreas de las cuáles estamos hablando, habilitadas para los estudios sísmicos y para ser exploradas, están lejos de la costa, entre 350 y 400 kilómetros; la contaminación visual de la que se habla, no va a existir de ninguna manera"