Víctor Hugo Morales habló este lunes sobre uno de los temas que vienen marcando agenda deportiva en las últimas semanas: la novela del número uno del mundo del tenis, Novak Djokovic, y su deportación de Australia, que lo dejará sin competir en el primer torneo del año.
"¿Podrá jugar otros torneos o él mismo está decapitando su propia carrera por la idiotez de ser un derechoso perverso antivacunas?", se preguntó el conductor de La Mañana.
Djokovic y la impunidad del poder
Es inadmisible hasta dónde llega el sentido de impunidad, de poder. Y la forma en que la derecha se representa a sí misma con los peores valores humanos. La insolidaridad, la irrespetuosidad por las leyes cuando piensan que están por encima de ellas.
Yo, lamentablemente, muchas veces me he reprochado cuando jugando un partido de tenis hay un argentino, un uruguayo, inmediatamente y yo estoy de ese lado, como les pasó a ustedes.
Capaz que del lado que uno defiende y por el que está sufriendo y desea que la pelota del otro se vaya afuera y demás hay alguien que es un egoísta, un tipo feo. Y del otro lado un pobre muchacho que puede ser croata, israelí, estadounidense. Un buen muchacho.
Y uno lo está jugando en contra. Es decir, lo humano no estalla para nada. Esto lo digo en función de que yo he hecho mucho esfuerzo por Djokovic siempre.
Me dan ganas de ir y pedirle disculpas a Federer y a Nadal, porque íntimamente, en esa importancia tan relativa que uno le puede dar a estos episodios, deseaba que el Abierto de Australia lo ganara él.
Ahora, con franqueza, digo "de qué bicho he sido yo hincha". Cuantas veces he estado esperando que se vaya afuera la pelota de Nadal, por decir un caso. O contento porque gana Djokovic.
Debe ser que cuando todo empezó entre estos tres gladiadores maravillosos, en cuanto al juego Djokovic parecía el que venía, parecía menos, tenía menos prensa. Y uno siempre se pone un poquito del lado del más débil cuando no hay en juego una simpatía que tenga que ver con la nación.
Pero qué error, qué grave error que he cometido. Está muy bien lo que hizo Australia. Se respeta a Australia. Esto va a pasar a la historia rápidamente y vamos a ver cómo se las arregla Djokovic a futuro si quiere ser coherente, si sigue sin vacunarse.
¿Podrá jugar otros torneos o él mismo está decapitando su propia carrera por la idiotez de ser un derechoso perverso antivacunas?
Me alegro mucho de la actitud de los australianos y creo que Djokovic lo tiene muy difícil. Primero porque o se vacuna o va a tener muchos problemas a futuro y segundo, si se vacuna va a quedar mal con aquellos que pensó representar. No lo va a pasar bien en los estadios. Va a ser un jugador indudablemente repudiado.