La Cámara del Crimen confirmó este lunes la prisión preventiva de ocho de los policías de la Ciudad acusados de encubrir el crimen de Lucas González, el adolescente baleado en Barracas el 17 de noviembre.
Los implicados son los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, los subcomisarios Roberto Inca y Ramón Chocobar, el inspector Héctor Cuevas y los oficiales Sebastián Baidon, Daniel Espinoza y Jonathan Martínez.
El subcomisario Chocobar, además, se encuentra procesado en una causa por trata de personas camino a juicio oral, en la que se le adjudica haber falsificado un acta, informaron fuentes judiciales a esa agencia.
Todos están acusados de encubrir el crimen de Lucas y procesados con prisión preventiva por encubrimiento doblemente agravado por ser funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave en concurso real con la privación ilegal de la libertad doblemente agravada de sus tres amigos y porque en desempeño de un acto de servicio cometieron vejaciones.
"No pueden pasarse por alto las graves características de los episodios que se le atribuyen en esta investigación pues habrían privado ilegalmente de la libertad a las víctimas y alterado rastros y pruebas del delito", cuya autoría se les atribuye a los policías Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, agrega el fallo de la Sala 4 que integran los magistrados Alberto Seijas, Julio Lucini y Mariano Scotto, mediante el cual rechazaron las apelaciones de las defensas.
Para los camaristas los acusados integrarían "el grupo de funcionarios que arribó al lugar instantes después del suceso e intentó aparentar un enfrentamiento armado, para lo cual, entre otras acciones, se habría introducido maliciosamente –“plantado”– un arma de utilería en el rodado que ocupaban las víctimas", al tiempo que cometieron vejaciones contra los jóvenes.
La semana pasada, en tanto, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional dictó la falta de mérito a Lorena Miño y a Micaela Fariña, también acusadas por encubrimiento.
El crimen de Lucas González
El asesinato de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran.
Los chicos fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la ciudad, el cual no tenía patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió.