"Microsoft y Estado, asunto separado" es el slogan de la campaña que lleva adelante la Fundación Vía Libre para pedir que el Plan Conectar Igualdad —que el Gobierno Nacional pondrá nuevamente en marcha en marzo— no utilice el sistema operativo Windows y el paquete de ofimática Office, según está determinado en el pliego licitatorio, y use en su lugar software libre.
Para eso, este lunes enviaron una carta con 900 firmas al ministerio de Educación de la Nación, comandado por Jaime Perczyk, con este pedido. El objetivo, afirma la carta, es buscar alternativas de "software libre que fomente las vocaciones vinculadas al estudio, desarrollo y mejora de programas de cómputo desde los niveles primario y secundario, claves para el desarrollo comunitario y social".
"Celebramos el regreso del programa como herramienta para facilitar el acceso a tecnologías de información y comunicación a niños y niñas y adolescentes", explica Beatriz Busaniche, titular de la Fundación Vía Libre. "Pero creemos que en tiempos en que el software libre ha probado y demostrado con creces su capacidad de ofrecer sistemas apropiados, funcionales, respetuosos de derechos y libres para todas las tareas educativas no es necesario usar la inclusión arbitraria de un sistema operativo y paquete de oficina privativo que solo servirá para promover el marketing de una empresa con larga trayectoria de abuso de posición dominante en el mercado", agregó.
Cuando se habla de software libre se hacer referencia a un software cuyo código fuente puede ser modificado y utilizado libremente para cualquier fin, así como redistribuido con esos cambios o mejoras.
En las ediciones anteriores del plan Conectar Igualdad, cuenta Busaniche, "las máquinas se entregaban con doble booteo: Windows y una distribución de GNU-Linux que desarrolló el propio Ministerio llamado Huayra". "Queremos que traiga solo GNU-Linux y no Windows", aclara.
Según explica en su web, Huayra GNU/Linux "es el primer sistema operativo libre desarrollado por el Estado Nacional que incluye una selección de software ideal para el trabajo en clase y mucho más. Con un escritorio liviano y ágil, realiza un uso óptimo de recursos y es seguro, sin necesidad de antivirus".
"Sabemos además por la larga experiencia del programa que esto redunda en que el sistema Huayra Linux no sea la primera opción a la hora de iniciar las computadoras, y que de esta forma se da prioridad al viejo y conocido sistema operativo de Microsoft por encima de la creación de capacidades propias que supone el uso de Huayra. El Ministerio de Educación desconoce así un desarrollo que le es propio y que se basa en el trabajo realizado por la comunidad de Software Libre y que promueve los valores de esta comunidad de compartir el software, usarlo con cualquier propósito y por sobre todo estudiarlo y mejorarlo", suma.
"Microsoft promueve un software donde los estudiantes tienen prohibido estudiar, modificar, compartir o intercambiar con sus pares. La opción por Microsoft parece ir a contramano de estos tiempos. Microsoft no nos regala nada. Incluir sus productos en el sistema educativo es regalarle la oportunidad de hacer marketing con un sector clave de consumidores, porque eso son los estudiantes para estas empresas, que aprenderán a dominar sus productos cargados de términos de uso abusivos y limitaciones para el estudio y real apropiación", aclara Busaniche.
"Pedimos que retiren de la licitación los productos de Microsoft, para que se priorice el uso de Software libre", indica finalmente la titular de la Fundación, y añade que "no solo está en juego el derecho a la autodeterminación informativa y a la educación de niños, niñas y adolescentes, sino especialmente el futuro y el desarrollo de la ciencia y la tecnología para el futuro de nuestro desarrollo nacional".