Fernán Mirás vuelve al teatro después de sufrir un aneurisma en octubre pasado y estar casi dos semanas internado. El actor, quien ya se encuentra recuperado, recordó emotivamente lo vivido y reveló que antes de entrar al quirófano "dejé un par de mensajes despidiéndose por si me moría". "Era peligrosa la operación", aseguró, entre lágrimas.
Lo cierto es que Mirás también se toma con humor lo que le tocó vivir. Esta semana, en Telefe, contó su experiencia, agradeció los cientos de mensajes de cariño y sostuvo que él fue uno de los que más tarde entró en razón de lo que estaba pasando.
"Yo tuve un malestar que era como si me explotara la cabeza. Sentí que lo que pasaba era claramente algo de ese orden y eso ayudó porque pedí un médico a domicilio y le dije ‘me está por explotar la cabeza’, y era literalmente lo que pasaba", dijo el actor.
La vuelta al teatro
Mirás volverá a los escenarios para darle vida a la obra "ART". La misma fue suspendida en octubre pasado luego de su problema de salud.
"Confirmado: desde este sábado 22 de enero regresa ART al Multitabaris. Las entradas adquiridas para funciones previas se canjean para cualquier otra del 22 al 30 de enero por el mismo canal por donde fueron adquiridas", anunció el teatro en sus redes sociales.
La nueva versión de la mítica obra ahora la encabezan Mirás junto con Pablo Echarri y Mike Amigorena, y lleva la dirección de Ricardo Darín y Germán Palacios.
¿Qué es un aneurisma?
Según detalla el instituto Fleni, el aneurisma cerebral es una dilatación de una arteria dentro de la cabeza en forma de saco, baya o pera, que se origina a partir de una debilidad en la pared de la arteria y va creciendo a lo largo de la vida con la posibilidad de romperse y producir una hemorragia cerebral (aneurisma roto).
El mayor peligro radica en la rotura, y entre los factores de riesgo de ruptura aparecen la hipertensión arterial, el hábito de fumar, abuso de alcohol y drogas, forma y tamaño del aneurisma.
Suele ser más frecuente en los adultos de 30 a 60 años que en los niños, y la mayoría de los aneurismas no dan síntomas hasta que son grandes y comprimen nervios u otras estructuras o se rompen provocando una hemorragia cerebral.
Entre los síntomas habituales aparece la cefalea que los pacientes la refieren como “la peor de su vida”, visión borrosa, algún párpado caído, menor fuerza de brazos y pierna o la boca desviada, naúseas-vómitos, pérdida de conocimiento, entre otros.