El Gobierno designó como directora de ARSAT a una exfuncionaria menemista que estuvo procesada por contrataciones irregulares en el manejo de la gestión del efecto “Y2K”, conocido como el “problema del año 2000”, que pudo llevar al planeta entero a un colapso informático.
Se trata de Claudia Bello, y según la resolución 17/2022 publicada este martes en el Boletín Oficial integrará el directorio de ARSAT, la empresa estatal de telecomunicaciones que opera servicios de transmisión de datos, telefonía y TV, entre otros.
La resolución lleva la firma del jefe de Gabinete, Juan Manzur, y desató una gran polémica ya que Bello estuvo procesada – luego fue absuelta por el paso del tiempo – por irregularidades en las contrataciones para el manejo del problema “Y2K”.
Tuvo varios cargos durante la presidencia de Carlos Menem, donde incluso llegó a ser interventora federal de la provincia de Corrientes y luego secretaria de la Función Pública, rol en el que tuvo a su cargo la gestión para la Argentina del Y2K, conocido como el “problema del 2000”, que casi desata un colapso informático mundial.
¿Qué fue el Y2K y qué rol tuvo Claudia Bello?
El Y2K fue un error en el software que casi provoca un colapso mundial a nivel informático en el cambio de milenio. Se originó a raíz de una serie de errores de programadores, que por costumbre para almacenar fechas sólo contemplaban los años iniciados con los números 19.
Para finales de 1999, el temor era que los sistemas informáticos puedan fallar y provocar daños en todo el planeta. El error finalmente no fue tal y todas las advertencias (hubo gente que se aprovisionó como si viniera el fin del mundo) fueron en vano: para el 1 de enero de 2000 sólo hubo problemas menores que no provocaron daños ni materiales ni humanos significativos.
Sin embargo, entre las primeras advertencias sobre el posible error mundial y el 1 de enero de 2000 pasó bastante tiempo en el cual los gobiernos y empresas realizaron inversiones para prevenir y actualizar sus sistemas operativos y evitar un colapso total.
El rol de Claudia Bello en el Y2K
La primera denuncia contra Claudia Bello surgió a raíz de una nota publicada por Julio Nudler en Página/12 que advertía sobre los elevados costos del material de difusión que se haría en los últimos días del gobierno de Menem con información sobre el Y2K. En la denuncia impulsada por el exfiscal anticorrupción Manuel Garrido se indicaba que Federico Pinedo incluso recibió la caja con el material y que la calificó de “inútil”.
Bello tenía a su cargo la coordinación de la adecuación del sistema informático de todo el país para evitar el impacto del problema Y2K, y según publicó Infobae en 2019, a finales de su gestión, en diciembre de 1999, impulsó una campaña de difusión con una caja con material destinado a medios de comunicación y empresas y personalidades.
La investigación judicial
Las acusaciones por corrupción surgieron por las contrataciones directas para esa campaña. Primero, el diseño de un logotipo de la “Cruzada 2000”, la impresión de cuadernillos, la compra de 300 mil cajas de contenidos con video y material impreso y la impresión de un millón de sobres, entre otras. Se gastaron más de 7.2 millones de pesos (cada peso era un dólar) y la empresa beneficiada fue Lautrec Publicidad SA.
La campaña también incluyó una publicidad directa en medios, por 734 mil pesos y una difusión en cines, por 450 mil pesos. En radios se invirtieron 506 mil pesos. En total eran 9 millones y según la denuncia, debía hacerse a través de una licitación pública y no por contratación directa.
Qué pasó con Claudia Bello
La causa estuvo a cargo de la jueza María Servini y el fiscal Carlos Stornelli. Bello fue procesada por incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles, luego de que se determinara que la empresa adjudicataria del mayor negocio había sido contactada antes de que se abra el proceso de contratación directa.
Algunos empresarios involucrados acordaron una probation con la Justicia, otros imputados llegaron a juicio oral, que comenzó recién en 2011, a más de una década de las contrataciones. A finales de diciembre de 2011, el Tribunal Oral Federal Nº 1 absolvió a Bello. Uno de los jueces argumentó que las contrataciones se hicieron de forma “urgente” por la proximidad del cambio de año y de gobierno. El fallo fue 3 a 1, y los exfuncionarios fueron absueltos.
La fiscalía, sin embargo, apeló el fallo. Tres años más tarde, en 2014 – el error Y2K para ese entonces era un lejanísimo recuerdo – y los jueces Alejandro Slokar y Pedro David pidieron revocar la absolución de Bello.
En 2019, la Justicia consideró que el caso estaba prescripto y se extinguió la acción penal por el paso del tiempo, no por considerar que no existió delito.