A partir del primero de febrero rige una nueva normativa en la Ciudad de Buenos Aires por la cuál se le retirará la licencia de conducir a quienes den un resultado positivo durante un control de alcoholemia. El objetivo es evitar incidentes viales.
De esta forma, los conductores que pasen el límite máximo tolerado de alcohol en sangre de 0,5 gr/l quedarán inhabilitados a manejar un vehículo por un período que se extenderá por un mínimo de dos meses y un máximo que podrá llegar a los dos años.
Hasta ahora, si un conductor daba positivo al examen, se labraba un acta de contravención y se retenía la licencia del conductor -se otorgaba una licencia provisoria por 3 días corridos- y se remitía el vehículo a una playa de acarreo.
Multas más caras
La penalización dependerá del dosaje que arroje el control vial: entre 0,5 gr/l y 1 gr/l la sanción será la inhabilitación de la licencia de dos a cuatro meses y el pago de una multa que irá de $7.950 a $53.000.
En tanto, si el resultado arroja de 1 gr/l en adelante se aplicará la inhabilitación de la licencia por un período de cuatro meses a dos años y una infracción de $15.900 a 106.000, así como también se podrá aplicar de uno a 10 días de arresto.
La nueva norma se enmarca en el Proyecto Integral de Convivencia Vial aprobado a fines de 2021 en la Legislatura porteña. Según estadísticas del Gobierno porteño, uno de cada cinco siniestros fatales están relacionados con el consumo de alcohol.