El exdiputado nacional y expresidente durante siete años del bloque en la Cámara Baja del Frente para la Victoria en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Agustín Rossi, consideró este martes como "razonable" la renuncia de Máximo Kirchner a su rol de poder dentro de la bancada oficialista.
Por AM750, el también exministro de Defensa destacó que la presidencia del bloque oficialista "siempre es un lugar muy sensible". En este sentido, explicó que se debe a que es quien tiene la responsabilidad de "darle aval legislativo a las iniciativas del gobierno".
"Máximo expresó su disidencia con uno de los proyectos más significativos, que más implicancia va a tener en la vida de los argentinos durante los próximos años. Dijo que estaba en desacuerdo y a partir de allí entendió que debía dar un paso al costado", justificó, conforme, en diálogo con Aquí, allá y en todas partes.
Rossi destacó que el paso al costado no implica una ruptura. En su lugar, dijo que lo hizo "para dejar su sitio a algún diputado o diputada que fuese estuviese en sintonía con el Gobierno nacional". "Eso es razonable. Es una salida. Dice que va a seguir siendo parte del Frente de Todos", agregó.
"Más allá de la tristeza que nos genera, porque Máximo es un compañero querido por casi todos, era una de las opciones que existían a partir de la necesidad que él expresó de manifestar su disidencia", confesó en Aquí, allá y en todas partes.
Sobre el reemplazo de Máximo al frente del espacio en la Cámara Baja, Rossi dejó dos reflexiones. Por un lado, dijo que "hay una gran cantidad de compañeros y compañeras capacitadas". Por otro, que la decisión se debe tomar rápido "para alejar la incertidumbre y pensar estrategias".
Un preacuerdo "razonable dentro de lo posible"
Rossi también dejó una serie de definiciones sobre el preacuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aseguró que se trata, al contrario de lo que expresó Máximo Kirchner, del "acuerdo posible, razonable dentro de lo posible".
Destacó que se alcanzó un trato "sin duda heterodoxo para las fórmulas tradicionales a los que el FMI nos tenía acostumbrados".
En este sentido, enumeró: "No se obliga al Gobierno a hacer reformas indeseables, como la laboral, previsional o tributaria. Se mantienen los niveles de inversión en obra pública. Se tiene más de cuatro años de gracia en el pago de la deuda".
"Me parece que le permite al país generar un frente externo que nos hace posible pensar que vamos a tener futuros años de crecimiento económico. Que va a permitir una mejora en las condiciones sociales de la Argentina y cumplir con los objetivos fiscales que se plantearon", expresó Rossi.
De todos modos, matizó: "Es cierto que no se logró un aumento en el plazo, pero tenemos cuatro años de gracia. El aumento de plazo sigue siendo materia de negociación. Así como la eliminación de las sobretasas. El gobierno puede seguir insistiendo".
"Logró resoluciones importantes en el G20 en ese sentido. Uno puede mirarlo desde diferentes lugares y cabe la regla del vaso medio lleno y medio vacío. Dentro del acuerdo posible es un acuerdo razonable", concluyó.