El periodista especializado en drogas Emilio Ruchansky repasó este jueves en AM750 cómo es el camino que realiza la cocaína desde el país de origen hasta que llega a los consumidores en Argentina, y cuáles son las posibles modificaciones que se le hacen al producto, es decir con qué "se corta".
La expliacción de Ruchansky, editor adjunto de la revista de cultura cannábica THC, llega en medio de una alerta epidemiológica por el consumo de una partida adulterada de cocaína que ya causó 23 muertes y más de 80 internados.
Si bien la principal hipótesis que maneja la Justicia hasta el momento es que la droga fue rebajada con opiáceos, Ruchansky explicó que eso no es lo más común. Esto se debe, señaló, a que los medicamentos derivados de la morfina son demasiados caros. Más de lo que sale el propio clorhidrato de cocaína, explicó.
"Es como rebajar cerveza con champán", ejemplificó el también productor de la TV Pública en Aquí, allá y en todas partes. "No es económico. Los opiáceos son más caros que la cocaína que está llegando acá", agregó.
En este sentido, consideró "probable" la hipótesis de que sea por "un error". "Es probable que alguien que no sabía que tenía algún remanente de opiáceos, robados seguramente, decidiera mezclarlos", puntualizó.
El comunicador explicó que la única mezcla que se le asemeja a la que ocasionó las muertes es una llamada speedball. "Se consume en Europa y en Estados Unidos. Es una mezcla de clorhidrato de cocaína y heroína, vía inyectable", apuntó.
De todos modos, Ruchansky aclaró que esta droga no es muy común. "Existe, sí, pero no es algo usual. Además, no existe en Argentina. Sí hay mucho consumo de opiáceos sin prescripción médica, pero son de origen legal. Hay más que de cocaína. Así se desprende de la última encuesta del Sedronar", aseguró.
Ruchansky señaló este último punto con una severa preocupación. "Hace un tiempo di una charla en un colegio secundario. Los chicos me mencionaban opioides como uno de los consumos. Era la primera vez que lo escuchaba", advirtió.
"Empecé a pensar 'bueno, si uno ve Doctor House, por ejemplo, el personaje toma codeína, que es un opiáceo'. Uno pone las series norteamericanas y está cada vez más presente el uso para calmar dolores, que muchas veces ni siquiera es necesario", agregó.
Y aclaró que "la OMS tiene una escalera del dolor. Y en esa escalera del dolor los opiáceos están en el último escalón. Primero están los antiinflamatorios no esteroideos, como el diclofenac, el ibuprofeno, ese tipo de medicaciones con las que estamos más familiarizados".
¿Cómo se corta la cocaína?
"Siempre se dice que la cocaína en Argentina se corta con veneno para ratas o vidrio", continuó asegurando Ruchansky. Sin embargo, consideró que frente a esta afirmación hay algunas cuestiones que conviene aclarar.
"Hay una primera adulteración en origen, que es con Levamisol. Se trata de un antiparasitario que se usa generalmente para las vacas. La sustancia adormece los labios, que es uno de los efectos que tiene la cocaína", explicó el periodista sobre la primera de las modificaciones que se le hacen al producto.
Sin embargo, volvió a insistir con un viejo concepto. "Cuando se rebaja, se busca la sustancia más barata, si no no es negocio", enfatizó. Así que generalmente después del Levamisol, cuando la droga llega a Argentina "se corta con muchas cosas".
"Hay talco, maicena, en algún momento aspirina. Pero generalmente es un rebaje medicamentoso. O simplemente un talco. Pero nunca nada que pudiera hacer daño o un daño tan grande como el que estamos viendo ahora. Realmente era más dañino el clorhidrato que lo que se usaba para rebajarlo", explicó.
¿De dónde viene la cocaína que se consume en Argentina?
Históricamente, sostuvo Ruchansky, hay tres países productores: Bolivia, Perú y Colombia. "En la Argentina siempre se habló de dos líneas, que tienen que ver principalmente con Bolivia, con origen en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra", explicó. La misma ruta se comparte con Uruguay y Brasil.
"Bolivia y Perú, lo que hacen, son las primeras pastas. Hubo un momento en Argentina en que se empezó a traer una pasta muy avanzada que se terminaba de refinar acá. Argentina tiene precursores químicos de muy buena calidad, entonces hubo un momento de refinamiento que se hacía acá", agregó, por último.